Los venezolanos que viajen al exterior deberán nuevamente pasar por el «captahuella» para que la lectura dactilar active el cupo individual de uso de divisas administradas por el Estado, anunció hoy la fiscal general, Luisa Ortega.
«Ya se comenzó a hacer, a propuesta del Ministerio Público, la colocación del captahuella en los aeropuertos», indicó la fiscal general.
Explicó que de esta manera los viajeros con cupos de divisas serán «habilitados en el momento en que vayan a salir del país» a hacer uso en el exterior de sus tarjetas de crédito.
En Venezuela existe un sistema de control de cambio que restringe el acceso a las divisas en general a su autorización a través de mecanismos del Estado, que vende, en el caso de los dólares, a un mínimo de 6,30 bolívares, valor más de diez veces inferior al que alcanza la divisa verde en el ilegal mercado paralelo.
La medida de los captahuellas ya fue estrenada el año pasado y anulada sin explicaciones oficiales a los pocos días, entonces complementada con la revisión de las pertenencias de los pasajeros en busca de tarjetas de crédito de terceras personas, en el marco del empeño gubernamental de evitar burlas al control estatal de divisas en vigor desde 2003.
La fiscal general también anunció que próximamente publicará listados con las identidades de personas naturales y jurídicas que pidieron divisas al Estado y las desviaron al mercado no oficial y que por ello han sido condenadas, aseguró, a penas carcelarias.
«Las condenas son de cinco años, dos años, tres años, pero también hay que restituir los dólares y pagar una multa. Con el Banco Central nos reunimos para establecer el procedimiento del reintegro del dinero y estamos en la etapa de la restitución del dinero», subrayó la funcionaria.
La fiscal general ha publicado adicionalmente en su cuenta en la red social Twitter listados de empresas que son investigadas por este tipo de fraudes, aunque sin sentencias hasta el momento.
Aquellas empresas que resulten culpables, añadió, «no solo» deben devolver las divisas recibidas, pagar multas y tener encarcelados a sus gerentes, sino que también «deben ser vetadas» para que no vuelvan a solicitarlas y lo mismo debe ocurrir con «los raspacupo».
Así se denomina la práctica que consiste en retirar en efectivo dólares otorgados al viajero en su tarjeta de crédito, con el objetivo de revenderlo luego en el mercado negro.