A los malos olores por el líquido contaminado y al temor de quedar sumergidos bajo las aguas, se le suma la delincuencia que mantiene atemorizados a los habitantes de por la crecida de la cuenca en el sur de Maracay
“Hemos perdido todo hasta nuestra calidad de vida, vivimos ahogados entre basura, agua contaminada, insectos y animales muertos. Cuando hicimos la inversión para tener nuestras casas propias jamás imaginamos que así terminaría”.
Arelys López
“Las calamidades vienen juntas”, dice el dicho y un ejemplo claro de ello es la situación de las miles de familias que habitan en urbanizaciones cercanas al Lago de Valencia en el sur de Maracay.
Y es que, al riesgo de quedar bajo las aguas y a la contaminación que a diario deben soportar, se le suman los ataques de la delincuencia que aprovechándose de la contingencia se han encargado de hacer de las suyas en el lugar.
Residentes de sectores como La Punta, Mata Redonda, La Esmeralda, Brisas del Lago y Casanova Godoy, que se niegan a desalojar sus casas para ser trasladados a un refugio, aseguran que los hechos delictivos en la zona han ido en aumento desde que se presentó la emergencia por la crecida de la cuenca.
Atracos, secuestros, intentos de invasión y saqueos a vivienda son ahora “el pan de cada día”, de los vecinos. Denunciaron que cuando fue declarada la emergencia, llegaron al sitio funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), para apoyar a los organismo de seguridad locales y regionales en las labores de resguardo.
No obstante, 15 días después las calles y cuadras de los urbanismo se encuentran desprotegidos, convirtiéndolas en blancos perfectos para la delincuencia.
Tal es el caso, de la manzana 5 del sector La Punta, en donde hace pocos días dos mujeres vivieron momentos de pánico, cuando un grupo de hombres armados entraron a su vivienda y las mantuvieron secuestradas mientras se llevaban gran parte de sus pertenencias.
Al caer la noche la situación no mejora, vecinos relatan que las calles se convierten en “verdaderas bocas de lobo”, lo que el hampa aprovecha para cometer sus fechorías.
“La semana pasada venía un muchacho de la universidad y lo interceptaron cuando entraba al estacionamiento, lo robaron y se fueron”, narró la vecina Arelys López.
De igual forma, personas “inescrupulosas” han intentado invadir las viviendas que fueron desalojadas así como algunas han sido desvalijadas. “Han sacado enseres incluso se han llevado hasta puertas y ventanas”, expresó la afectada.
Ahogados en la contaminación
“Hemos perdido todo hasta nuestra calidad de vida, vivimos ahogados entre basura, agua contaminada, insectos y animales muertos. Cuando hicimos la inversión para tener nuestras casas propias jamás imaginamos que así terminaría”, manifestó López.
Aseguró que son tantos los zancudos que la semana pasada tuvieron una epidemia de dengue. “Es una situación que se ha tornado insoportable, por esos exigimos celeridad en las indemnizaciones”, acotó.
Debido a que el agua se ha colado en sus viviendas, corren riesgo contraer enfermedades infecciosas. Aunado a ello, el callejón Las vegas (única entrada y salida del sector), quedó bajo las aguas por lo que han se han visto en la obligación de colocar tablas, cauchos y otros objetos para trasladarse.
Ante ello, aseguran que permanecerán en el lugar, hasta que el Gobierno les dé una solución. “No queremos más pañitos de agua caliente, queremos que nos paguen el valor real de nuestras viviendas o que nos consigan una casa que equivalga a la nuestra en una zona más segura dentro del mismo estado”, enfatizó López.
Asimismo, le hizo un llamado al Ejecutivo Nacional, a que cumpla con la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ordena una indemnización monetaria.
Recordó que en el año el máximo ente judicial se pronunció a favor de 1.043 familias de los sectores La Punta y Mata Redonda, ante la omisión del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales de ejecutar obras para el control y saneamiento de la cuenca.
Exigen solución
Ante la emergencia que viven residentes de la urbanización Casanova Godoy, cercana al Lago de Valencia, piden al Gobierno, se acelere la construcción de las viviendas a las cuales serán reubicados.
La habitante Yola Circca, quién asegura que son más de 500 familias las que lo perderán todo en el lugar, si no se toman medidas lo antes posible. “Vivimos en un estado de zozobra permanente. ¿Qué están esperando que el agua nos llegue al cuello para respondernos?”, preguntó.
Contó que en diversas reuniones hechas entre la comunidad y funcionarios del Estado, se les prometió la entrega de apartamentos en un complejo habitacional que construye el Gobierno en el sector Palo Negro.
No obstante, dicen que en relación al avance de la obra estaría lista de dos a cinco años, por lo que pidieron celeridad.
Seguirán protestando
El martes la cota del Lago de Valencia alcanzó los 413,22 metros sobre el nivel del mar (msnm), mientras que las familias afectadas siguen sin respuesta viviendo en refugios y hoteles o peor aún negándose a salir de sus casas pese al riesgo de inundación.
No obstante, aseguran que no desmayarán hasta que no se cumpla con la indemnización que llevan seis años esperando a que se cumpla para poder, adquirir una vivienda en donde no corran peligro sus vidas.
Es por ello, que afirmaron que de no hallarse un pronta solución se mantendrán realizando protestas de calle e incluso aseguran que se trasladarán a Caracas para manifestar ante el Palacio de Miraflores.
Nelyabith Bello
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