Las enormes montañas malolientes de Los Lagos llevan varios meses afectando la vialidad del lugar, así como amenazando en desatar una pandemia de enfermedades diversas
Enormes montañas de basura colman “de cabo a rabo” la carretera vieja de Los Alpes, en donde las bolsas en varios de los tramos obstaculizan significativamente el paso vehicular, por lo que los vecinos claman por la pronta desaparición de al menos dos vertederos improvisados que se localizan en la zona.
“El camión viene, pero no termina nunca de llevarse toda la basura. En varias oportunidades hemos tenido que quemar los desperdicios, porque las montañas son enormes y no dan tregua. El servicio realmente es pésimo para este sector de la ciudad”, manifestó Manuel Hernández.
Los vecinos aseguran que la zona no cuenta con contenedores donde poder disponer las bolsas de basura, por lo que se ven en la obligación de dejar los desechos en algunos recodos de la vialidad principal, afectando así tanto a peatones como a los conductores que utilizan la carretera ya sea para “recortar camino” o para acceder a sus respectivas viviendas.
Los malos olores mantienen igualmente en vilo a las personas que hacen vida en la comunidad, quienes informan que día y noche tienen que mantener puertas y ventanas cerradas para así evitar que el olor impregne las casas.
Por su parte, la proliferación de moscas y roedores amenazan contra la salud de niños, jóvenes y personas de la tercera edad, por lo que además claman por la presencia del alcalde Francisco Garcés para que presencie el estado de insalubridad en que habitan.
“Tememos por la salud de nuestros hijos, la cantidad de moscas es impresionante. El Alcalde dice que la basura ya no es un problema en la ciudad, pero los vecinos vivimos otra realidad, por eso lo invitamos a que se de una pasadita por aquí y lo vea con sus propios ojos. El camión no se lleva toda la basura y viene cada vez que le provoca”, dijo Hernández.
Postes doblados
Ciertos postes de energía eléctrica se encuentran a punto de colapsar, poniendo en peligro a transportistas, vecinos y demás conductores que transitan por la zona, pese a los reiterados llamados que los habitantes han hechos respecto al tema, hasta la fecha no se han apersonado los trabajadores de Corpoelec.
“Es un peligro el estado de los postes, Corpoelec no hace nada al respecto y los que corremos riesgos somos los que vivimos y usamos a diario el camino. Todo esto se debe a la falta de mantenimiento, ellos viene sólo a cortar el monte que llega a los cables, pero más nada”, afirmó Hernández.
Ronald Gil
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