Francisco Martínez, vicepresidente de Fedecámaras, indicó que el sistema biométrico es una tarjeta de racionamiento electrónica. “Es un control y un reparto de la escasez dentro de un modelo equivocado”, dijo.
“Es un sistema que puede llegar a poner un poquito de orden en la distirbución de alimentos que es un problema que se le ha escapado de las manos al Gobierno nacional. Este viene acompañado con el sistema de guías de movilización que se han venido implemtando en los estados fronterizos del país”, explicó Martínez.
Martínez señaló que aún cuando se implemente este sistema, los empresarios seguirán siendo afectados hasta que se tomen en cuenta los planteamientos de tener políticas públicas para garantizar las inversiones en el país, “para tener productos de primera calidad hechos en Venezuela”.
También destacó que uno de los factores que afecta la producción y la planificación de las empresas es el otorgamiento de divisas, ya que esste debería estar plenamente democratizado y disponible para todas las empresas.
Mencionó que, aún con este sistema de distribución de alimentos, el tema que está afectando es el sistema legal y la Ley de Precios Justos que, a su parecer, es una ley “perversa”.
Por último, enfatizó en que hay una tendencia a agravarse la situación, “hasta cuando no haya un cambio de rumbo, lo más pronto posible, vamos a seguir en el mismo punto o en puntos mucho más críticos. El emprendimiento privado está cada vez más amenazado, sobre todo la Ley de Precios Justos que prácticamente es una pistola que asesina el emprendimiento en Venezuela”, culminó Martínez