Su llegada al refugio donde vivía su nieto, coincidió con un problema que sus hijos tuvieron con la expareja de su hija, Horacio Antonio Rodríguez, de 30 años, a quien el pasado 26 de julio, habían corrido del lugar por su conducta delictiva
Norma Elizabeth Mendez de Hurtado, de 60 años de edad, asesinada presuntamente a manos de su yerno en un refugio de la calle Lebrún, en Petare, tenía apenas un mes de haber viajado de Yaracuy a Caracas, donde asistió al sepelio de su bisnieta de 2 años, muerta por causas naturales.
Su llegada al refugio donde vivía su nieto, coincidió con un problema que sus hijos tuvieron con la expareja de su hija, Horacio Antonio Rodríguez, de 30 años, a quien el pasado 26 de julio, habían corrido del lugar por su conducta delictiva. Todo parece indicar que con su asesinato, el hombre buscó vengar aquella contienda.
Los hechos
Gilbert Hurtado, hijo de la fallecida aclaró que su madre y su cuñado, nunca tuvieron discusión alguna. Su hermana, Dayana Hurtado y ese sujeto tenían 3 años separados, de la unión quedaron 4 hijos, aunque ella tiene otros dos mayores de una antigua relación.
En compañía de Erick Hurtado, también hijo de Norma Méndez, acudieron ayer a la morgue de Bello Monte para retirar el cuerpo. Desde allí explicaron los detalles de la tragedia que desencadenó en el crimen de su madre.
Recordaron que su hermana Dayana llegó al refugio de personas con discapacidad hace 4 años. Horacio Rodríguez, había sufrido una fuerte lesión en su cadera y en una pierna cuando le dieron unos tiros en un hecho de violencia. Los disparos limitaron su movilidad y esa dificultad le permitió tener cabida en el lugar.
Un año más tarde, ella decidió separarse porque la conducta violenta de Rodríguez y porque el hombre tenía problemas delincuenciales. Dayana siguió viviendo en el refugio, pero más tarde se marchó con una nueva pareja y dejó a su hijo mayor en el lugar.
Horacio Rodríguez seguía en el refugio donde vive también una hermana que a su vez es pareja de un hermano de Dayana Hurtado. Se le veía con frecuencia en la zona aunque a veces se marchaba. El 25 de julio murió la bisnieta de Norma Méndez y la sexagenaria viajó desde Yaracuy para estar en el entierro.
Méndez se hospedó en el refugio con su nieto, padre de la niña fallecida. El 26 de julio, los hermanos de Dayana Hurtado, corrieron a Horacio del lugar porque lo encontraron robando. Hubo golpes y el sujeto hasta les sacó un cuchillo, pero en varios lograron dominarlo. Desde entonces tenía prohibida la entrada al lugar.
Gilbert Hurtado contó que hace 15 días, su hermana comenzó a recibir mensajes de texto con amenazas. Le decían que matarían a su hijo, pero luego le aclararon que a quien matarían sería a su madre. La persona que escribía no se identificó.
Su madre, Norma Méndez, decidió quedarse unos días más. En Trujillo vivía con algunos de sus 7 hijos. Era costurera y ama de casa.
Después del café
La mañana del miércoles, todos salieron a sus empleos. Uno de sus hijos, Erick Hurtado, fue el último en verla con vida, cuando le sirvió café antes de irse a su trabajo como operador de maquinarias en una obra gubernamental en Petare.
A las 8:30 de la mañana, un vecino fue a llamar a la señora pero no respondía. Cuando entró al cubículo la vio sentada en el mueble con una almohada sobre el pecho. Al ver que sangraba pidió ayuda. Algunas personas lo ayudo y llamaron a Erick, quien llegó a toda prisa y la llevó al hospital Ana Pérez de León pero estaba muerta.
En medio de la tragedia que generó revuelo entre los damnificados, se supo que a Horacio lo vieron entrar esa mañana. Al salir presuntamente subió a una moto que conducía otro hombre y que lo esperó en la calle.
Presumen que la sexagenaria fue sorprendida cuando veía televisión. El homicida le cubrió la cara con la almohada para que no pudiera gritar y luego la acuchilló 7 veces, en el cuello, pecho y abdomen. A su alrededor, a pesar de la proximidad, nadie escuchó nada.
Para los hijos de Norma Méndez, resulta muy extraño que nadie haya notado la presencia del delincuente en el sitio. Sospechan que pudo contar con complicidad, aunque aseguraron que en el refugio no gozan de ninguna vigilancia, ni presencia policial. “Los de la GNB llegaron después porque habían matado a mi mamá”, dijo Gilbert Hurtado.
El presunto autor del homicidio está en fuga. Los hijos de la víctima aseguraron que se trata de un hombre con problemas de drogadicción y delincuente. Dijeron que en Yaracuy asesinó a un hombre durante una riña. Esperan que se haga justicia y que pronto sea capturado.
AA