La Asociación Civil Las Islas denuncia que representantes de consejo comunal, se oponen a la puesta en marcha del proyecto de seguridad aprobado en asamblea general con el 85% del apoyo de los vecinos y financiado por la misma comunidad.
Entre los entrevistados se encuentran Luis Istùriz y Hernán González, ambos vecinos de esta urbanización y voceros de la mencionada Asociación Civil, quienes detallan que lo aprobado contempla dos fases, la primera implementar el control de acceso al urbanismo, por medio de una tarjeta electrónica, tanto en puerta principal como en la posterior que colinda con la urbanización Nueva Casarapa, acompañado de una garita con la presencia de oficiales de seguridad, que la comunidad acordó mantener esta empresa y en la que invirtieron 300 mil bolívares. La segunda fase consiste en mejorar las áreas comunes.
“Parte de la primera fase, fue culminada, pero 12 representantes de consejo comunal, de 64 voceros que lo conforman, se oponen a que se implante este sistema de seguridad y gestionaron la paralización de proyecto, mediante un acta que emite la Dirección de Ingeniería Municipal, amparándose en el artículo 50 de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que hace referencia al libre tránsito”.
Luis Istúriz, informó que desde la publicación de dicha acta de paralización, ellos le dieron un plazo de 15 días al Consejo Comunal, para realizar una asamblea , “sin embargo esto no se dio y es por ello, que nosotros hicimos la asamblea pública, convocada a través de medios de comunicación, a la que asistió el ingeniero municipal, Luis Guillermo López y mil 247 vecinos, lo que representa al 85% de los habitantes de este urbanismo”.
“Como resultado de dicha reunión, ayer lunes llevamos la solicitud de continuidad del proyecto, por lo que el ingeniero municipal se comprometió a recibirla, así no este sellada por el Consejo Comunal y a darle celeridad a esta problemática”.
Los habitantes de este sector también denuncian, que en el estacionamiento de la Escuela Andrés Bello, se producen fiestas nocturnas, que generan ruidos molestos. “Así como los espacios que eran ocupados por el Cedis, fueron cerrados por el Consejo Comunal y en este momento están en total abandono”. Denuncian que solicitaron desde octubre del año pasado un medidor de electricidad para la garita de seguridad y aún no llega. También informan, que cuentan con la autorización para podar 75 árboles por parte de la Dirección de Ambiente, pero no se ejecuta la misma porque debe ser pagada por los vecinos.
Ana Corredor/ MLM