Los favoritos Estados Unidos y España abren ante Finlandia e Irán. Puerto Rico-Argentina destacan en clásico latinoamericano
Hoy comienza, en cuatro ciudades españolas, el XVII Campeonato Mundial de Baloncesto. Y aunque en algunos choques hay claros favoritos por el desnivel que aún se mantiene entre ciertos continentes, ya el programa ofrece algunos topes que, además de calibrar a sus protagonistas, presenta el reto interesante de ver cómo evolucionan algunos equipos y cómo se desarrolla la pugna entre sistemas que, si bien cada día se parecen más, tienen características propias.
Irán-España, Egipto-Serbia y Francia-Brasil toparán en Granada. Croacia-Filipinas, Grecia-Senegal y Puerto Rico-Argentina lo harán en Sevilla. Ucrania-Dominicana, Nueva Zelanda-Turquía y Estados Unidos-Finlandia, en Bilbao. Australia-Eslovenia, México-Lituania y Angola-Corea del Sur en Gran Canaria.
Ese es el programa de hoy. Donde España, por ejemplo, es claro favorito ante Irán. Como lo es Serbia ante Egipto y Estados Unidos frente a Finlandia, a pesar de la grata sorpresa que significó este en la clasificación europea. Pero, asimismo, el Puerto Rico-Argentina representa uno de los clásicos por excelencia de los americanos, un partido para ver cómo están -luego de los finteos preparativos- dos cuadros de estos lados que aspiran al podio. Y el Francia-Brasil, choque entre continentes, tiene también el incentivo de la paridad y el espectáculo que representan dos formaciones con profundidad.
Los favoritos
Hasta ahora, Estados Unidos y España comparten el favoritismo, por los pergaminos y por lo poderoso de sus planteles. El primero, que como es logico ha ido incrementando su trabajo colectivo en el breve tiempo de preparación, muestra que no será Derrick Rose sino James Harden el líder en la cancha. El barbudo de Houston, jugador todavía en desarrollo, es quien viene consumiendo más minutos y tanto su movilidad como verstatilidad le hacen vital en el esquema. Su capacidad para desequilibrar, el disparo largo y el ímpetu que pone en la acción “llevan” al cuadro, que debe tener dos figuras en los “grandes” Davis y Faried, a la expectativa de lo que ofrezcan los pulsos de lujo de Curry y Thompson. La defensa es su principal argumento, sin embargo, y su debilidad -ya lo reconoció el propio “Coach K”- está en el poco tiempo reunidos frente a rivales que ya tienen años compitiendo juntos.
España, por su parte, “lo tiene todo”. Se ve blindado un plantel con juego interior de lujo para ataque y defensa, y un perímetro con virtuosos del manejo y el emboque. Es el cuadro -fuera de Estados Unidos, desde luego-, con mayor número de NBA -en acción actualmente o con experiencia allí-, el resto probados en la dura competencia europea. A juicio de sus críticos, tiene su mejor oportunidad para ganar el título que ya consiguió una vez. Es mucho más que solo los hermanos Gasol, dos jugadores del primer nivel.
Detrás de esos cuadros hay varios con paridad, incluso con aspiraciones a derribarles. Lituania y Serbia, por ejemplo, destacan entre los europeos; a sus características de siempre -estatura, físico, fuerza, defensa y precisión a larga distancia- han unido virtudes del juego moderno, en cuanto a variantes tácticas. Pero, como el caso de Brasil, Argentina, Puerto Rico y Dominicana, será preciso ver en competencia hasta dónde pueden imponer sus argumentos en una competencia harto exigente, donde la defensa y la selección de tiro determinarán muchas cosas.
Los eventos de Fiba se caracterizan por los bajos marcadores, dado el cuidadoso manejo de la pelota y la agobiante marcación, la búsqueda de oportunidades de lanzamientos con mayores posibilidades, la combinación del juego interno-externo (de ida y vuelta), donde también cuenta mucho la capacidad individual para tomar decisiones, salirse un tanto de los esquemas para aprovechar una falla o generarla dada la circunstancia. Los técnicos juegan un “ajedrez viviente” como lo denominara el español Rodrigo, buscando mantener pequeñas diferencia que permitan engullir adversarios en los minutos finales.
Desde hoy comenzarán a desvelarse virtudes y defectos. A confirmarse o no favoritismos cuando la mayoría expresa que dificilmente haya grandes sorpresas. Pero allí estará abierta la vitrina para ver individualidades y conjuntos. Un espectáulo distinto a la NBA, con sus propios elementos de atracción pero con una calidad incrementada gracias a la globalización marcada por la liga norteameriana, donde juega medio centenar de cuantos correrán por los tabloncillos hispanos.
Armando Naranjo
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