Pilar Romero, acudió ayer a la morgue de Bello Monte, donde esperaba retirar el cadáver de su hijo. César Enrique Materano Romero, de 29 años, murió en la calle Tamarindo, plan D del barrio San Andrés, en El Valle, cuando un presunto funcionario del Cicpc le efectuó tres disparos por la espalda y luego lo remató en el piso de un tiro en el cuello.
El crimen se registró a las 7.00 de la noche del miércoles. El joven, según su madre, fue citado a esa dirección bajo engaño, debido a que el policía lo estaba sobornando a cambio de no entregarlo a la justicia, por cuanto era investigado por unos asesinatos.
La mujer admitió que su hijo “no era un angelito”, pero aseguró que injustamente lo estaban incriminando en un triple homicidio ocurrido este año en El Junquito. Desde entonces este supuesto funcionario que ella identificó como Rafael José Montes, había intentado por variar medios sacarle dinero.
En la dirección donde se encontraron viven algunos familiares de la víctima que escucharon los disparos. Testigos contaron que cuando conversaban, Montes desenfundó su arma pero Materano corrió, le disparó tres veces y cuando se cayó lo remató. “El volteó a mi hijo de una patada en el suelo, después que le dio el cuarto tiro le cayó a patadas”, contó la madre de la víctima.
El supuesto victimario y la víctima presuntamente se conocían desde niños. La mujer dijo que crecieron juntos y se conocían, de hecho el policía vive en ese sector donde cometió el crimen. “Por eso sabía de los pasos de mi hijo, conocía su nombre y su vida”, resaltó ella.
Aunque el cuerpo yacía sin vida en el pavimento fue llevado al hospital Periférico de Coche. Cuando la madre del joven llegó, le dijeron que estaba muerto, vio su nombre en los registros pero no le permitieron verlo.
Mientras esperaba que le entregaran el cadáver, la mujer hizo serias denunciar que comprometen la actuación del supuesto efectivo del Cicpc, por lo que dijo acudirá a la Fiscalía para denunciar el caso y llegar hasta sus últimas consecuencias.
Contó que a su hijo le robaron 3 celulares y Bs F. 50 mil que sacó ese día del banco para la compra de unas telas, porque ella realiza trabajados de costura por cuenta propia. “Ni su dinero, ni sus pertenencias aparecen”, agregó.
Este es el segundo hijo que Pilar Romero que pierde a manos de la delincuencia. Hace unos años, le amataron a Jesús Alberto Materano, de 21 años, en El valle, por un supuesto lio de faldas. “Si en la muerte de César Enrique él debía algo a la justicia ese hombre debió darle la oportunidad de responder, no matarlo así y menos por dinero. Estamos viviendo en una sociedad en la que vivimos a merced tanto de delincuentes como de policías”, expresó.
AA