En Ocumare de la Costa, pudo haberse perdido no solo la vida de Simón Bolívar, sino la batalla de Carabobo y la independencia
Cesáreo José Espinal Vásquez cjev@cantv.net
Bolívar fue recibido con vítores por los caraqueños a su llegada victoriosa de la Campaña Admirable. Con todos los honores de El Libertador, paseó en un corcel blanco y acompañado de lindas muchachas ataviadas como vestales a la usanza de la antigua roma y colocándosele en su cabeza una corona de laureles. Entre las bellas jóvenes, estaba Josefina Machado y Bolívar ante la atractiva ninfa no dejaron de cambiarse miradas, quedando prendado en ella e invitó al sarao en su casa para la celebrar el acontecimiento. Bailaron cuanto pudo con la bella Pepita Machado, de la alcurnia de Caracas, quien nació en 1893, hija natural reconocida de don Carlos Machado, quien fuera canciller mayor de la República. El amor de Bolívar a Josefina no le simpatizó a María Antonia, pero la atracción, el amor y la pasión superaron los escollos. Estuvieron unidos hasta la emigración a oriente el 6 de agosto de 1814 y Bolívar ordenó salvarla huyendo por La Guaira hasta Saint Thomas. Doña Pepa, además de bella, era arrogante y fuerte de carácter y a Bolívar le gustaba y aceptaba su temperamento, atendiendo sus consejos en comportamientos sociales, políticos e influyendo en decisiones militares. En Saint Thomas, permaneció hasta que Bolívar zarpando desde Los Callos para invadir a Venezuela en 1816, le pide a Josefina Machado que lo acompañe, detiene la travesía para esperar a su amada, quien se le une en loca frenesí; tocan puerto en Margarita y en Carúpano y al arribar en Ocumare de la Costa, el 6 de agosto, se produce la hecatombe y abrazando a su amor, Bolívar toma su pistola y se la lleva a la sien, pero Josefina con desespero apartó la mano de su amado, ya puesta en la frente, cayéndose ambos y tomando la pistola el marino Bideau quien miró la escena, los levanta y los conduce al barco “Indio Libre” para escapar. Bolívar, mas tarde confiesa “estaba dispuesto a dispararme en la sien para evitar el fusilamiento y la deshonra”. Josefina Machado se reencuentra con Bolívar en Angostura en 1818. Bolívar triunfa en Boyacá (1819) y Josefina va a su encuentro muriendo en Achaguas, en la navidad de 1820, a causa de tuberculosis.
La tendencia suicida de Bolívar, la tuvo en varias circunstancias de su vida: en Haití, en la batalla de La Puerta, en Araure, en la primera batalla de Carabobo y Casacoima, estudiada por el médico Diego Carbonell Espinal en su obra “La Psicopatología de Bolívar” (1916). En Ocumare de la Costa, pudo haberse perdido no solo la vida de Simón Bolívar, sino la batalla de Carabobo y la independencia. Nunca ha tenido justo reconocimiento la heroína Josefina Machado, quien impidiendo el suicidio salvó la vida de El Libertador y la Patria.