“¿Cuál es el sueño de toda madre? Que sus hijos estudien y salgan de abajo. Que sean hombres y mujeres educadas y responsables con la sociedad. Pero todo esto es imposible si no le damos la educación que necesitan. Es imposible educarlos si no les compramos útiles, uniformes y los mandamos a la escuela”.
Neiver González, coordinadora de Justicia familiar aseguró que frente a los altos costos de la vida los padres empiezan a privar a sus hijos de todas las cosas que necesitan para su educación. Estiman que los útiles y uniformes aumentaron más de 120 por ciento en un año.
“El temor de una madre es que su hijo deje la escuela y se convierta en un delincuente y una de las razones por la cual los padres dejan de enviar a los hijos al colegio es por no poder costear los cuadernos y los uniformes. En esa disyuntiva están los padres venezolanos. O comen o compran cuadernos. O comen o compran camisas y zapatos”.
Detalló que para una familia en la cual ambos padres trabajan y ganan sueldo mínimo es imposible costear los útiles y uniformes de uno de sus hijos. “La lista escolar el año pasado estaba entre 1.200 y 2.500, eso equivalía a un sueldo mínimo o más dependiendo del número de hijos que tuviera la familia. Este año una lista escolar supera los 4.000 y puede llegar hasta 10 mil bolívares para los chamos más grandes que ven muchas materias. Esos 10 mil bolívares son dos sueldos mínimos íntegros, por lo tanto una familia o come, o compra los útiles para su chamo. Y si tienen más de un chamo se tienen que endeudar para poder darles educación”.