Trámite cumplido. Con la misma fórmula -desgastando al rival, forzado a fundirse en esfuerzo extremo en la neutralización de su capacidad ofensiva y defensiva-, Estados Unidos dio, con el triunfo ante Lituania 96-68, el último paso hacia la final del XVII Mundial de Baloncesto, que se juega en canchas españolas.
El conjunto europeo -como otros del continente- opuso fuerte marcación y con muy buena transición defensiva redujo al mínimo los ataques rápidos, peleando las cifras en la primera mitad, que sin embargo dominaron los gringos, 21-16 y 43-35. El esfuerzo en la zona interna complicó asimismo a los grandes, lo que junto a la paciencia en el manejo cargaba de faltas al favorito.
Pero, como suele ocurrir al regresar del descanso, la maquinaria estadounidense se soltó y con una carrera de 33-14 puso distancia definitiva. Si antes los tiros de Thompson habían gravitado decisivamente en medio de un bajo porcentaje general, ahora fueron Harden, Irving y, al final, Curry, los encargados de mover la pizarra para poner las cosas en su sitio.
Aunque a la larga perdió a Davis y a Cousins por faltas y otros estuvieron en el filo, Estados Unidos llegó al cuarto final ganando 76-49. Lo demás fue cuestión rutinaria, algunas clavadas y corridas desbordando defensas y bordeando los 30 de diferencia, para terminar por 28.
Dominio en rebotes 50 (18 ofensivos) por 38 (10), en asistencias 15-10, tiros de cancha 51 y 37% contra 39 y 11, 9 robos por 5 y 24 ataques rápidos por 6, 44 puntos a 30 en la pintura compensaron con creces un 50% en tiros libres. En lo individual, 4 en doble dígito anotador: Irving (18), Thompson y Harden (16), Curry (13). Por Lituania, Kuzminskas marcó 15.
Hoy, Francia y Serbia se juegan el derecho de enfrentar a EUA en la final del domingo. O de ir al patíbulo?
Armando Naranjo
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