Aquí no se lucha con tanques, sino con pollos y papel higiénico para tratar de dar un “golpe de Estado”
Atrás quedó aquel tiempo donde era posible escoger entre varias marcas comerciales el artículo que íbamos a comprar. Las opciones se adaptaban a los gustos y al bolsillo de cada quien, siendo la variedad lo que nos daba la libertad de elegir sin restricciones. No había compras nerviosas, porque cuando usted ve un producto con regularidad en los anaqueles no tiene necesidad de llevarse a casa más de la cuenta. Ir al mercado no se convertía en un tour por cinco establecimientos, se encontraba lo que se buscaba en un solo lugar. Tampoco era necesario pasar hasta seis horas en cola para comprar un pollo o una harina de maíz.
Desde hace aproximadamente diez años nuestra realidad se transformó radicalmente, las colas y el desabastecimiento se convirtieron en nuestro día a día y el gobierno lejos de resolver ha trasladado la responsabilidad a otros, pasando de excusa en excusa en un mar de teorías conspirativas que siempre se traducen en sendos discursos encendidos contra la “burguesía” y los empresarios, pero jamás en soluciones. Hagamos un recorrido hacia la situación actual, viendo como ha variado el culpable frente al problema, mientras el panorama se agrava mucho más y sin esperanzas de mejorar.
ACAPARAMIENTO: En vísperas del referéndum constitucional del 2007 se profundizó la crisis de abastecimiento en Venezuela, en los supermercados comenzaron largas colas para comprar productos básicos, siendo la leche uno de los artículos más buscados. El gobierno no perdió tiempo en responder, afirmando que se trataba de un plan de la debilitada FEDECAMARAS para afectar la imagen del gobierno previo a las elecciones. Inmediatamente se ordenaron acciones contra comerciantes, allanamientos y una denominada lucha contra el “acaparamiento” que no tuvo resultados reales más allá de los fines propagandísticos. Se incautaban mercancías que eran vendidas en operativos de Mercal, el efecto era poderoso, la gente sentía que le quitaban a los “malos” para darle a las mayorías. Los efectos no tardarían en aparecer.
ESPECULACIÓN: Pero pasó el referéndum constitucional y la situación siguió, de hecho en 2008 el Índice de Escasez que ahora oculta el Banco Central de Venezuela alcanzó un record histórico llegando a 20,06% en abril de ese año. Era necesario buscar un nuevo culpable frente a un escenario en el que se unían el desabastecimiento y la inflación, impulsada por un mercado negro de alimentos que había surgido como consecuencia de los controles. En esta oportunidad la excusa fue la especulación, comerciantes que querían arruinar al país y crear descontento social a través del bolsillo.
SABOTAJE: Un cartucho que nunca falta en el discurso del gobierno es el sabotaje, cuando no tienen respuesta ante algo y quieren salirse del problema rápido la primera frase que les viene a la boca es “Eso es sabotaje”. De nuevo los enemigos históricos de la revolución se preparan para crear inestabilidad en Venezuela, el imperio y los empresarios de la mano para generar hambre y miseria. En momentos donde la crisis de la economía mundial era evidente (2009), alguien nos decía “la economía venezolana está blindada”. Cuando el blindaje resultó siendo un fraude no se les ocurrió otra idea que hablar de sabotaje.
GUERRA ECONÓMICA: Venezuela, un país donde son otras las guerras que libran los ciudadanos, por ejemplo, la guerra por sobrevivirle al hampa, el gobierno nos anuncia una supuesta guerra económica. Aquí no se lucha con tanques, sino con pollos y papel higiénico para tratar de dar un “golpe de Estado”. Son de nuevo los empresarios los responsables, ellos tienen un plan orquestado desde afuera para hacer que todas las decisiones económicas de la revolución resulten siendo estruendosos fracasos. Esta cruzada tampoco rindió resultados, se remataron unos televisores, pero la crisis siguió.
CONTRABANDO: Este el ultimo mito en orden cronológico, el Estado policial nos promete que ahora si dio con los verdaderos culpables. Para variar la oposición también tiene sus manos metidas en el contrabando según las versiones del gobierno. Un nuevo despliegue propagandístico nos dice que en los supermercados no se consigue nada porque hay gente que se lo lleva todo para Colombia. Mientras tanto sigue el pueblo pasando calamidades y entre cuento y cuento todo empeora. No tendrán voluntad política para salir de la crisis, pero imaginación les sobra ¿Cuánto les durará el guión?
Brian Fincheltub
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