El problema de nuestro país, es que la mayoría de la gente tiene empleo y dinero para comprar -al menos sus bienes básicos para vivir-, pero la oferta de productos y servicios es insuficiente, lo que genera los traumas que estamos viviendo como la escasez, y por derivación, las largas colas y la especulación
Decir que en Venezuela «hay crisis» -sin más explicaciones- es complicado, porque normalmente las crisis de los países se dan por el lado de la demanda y no de la oferta. Traduzco: mientras en España el desempleo ronda el 25 por ciento y los que están trabajando, el sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades satisfactoriamente, en Venezuela el desempleo es muy bajo y el poder adquisitivo de la gente es relativamente alto.
El problema de nuestro país, es que la mayoría de la gente tiene empleo y dinero para comprar -al menos sus bienes básicos para vivir-, pero la oferta de productos y servicios es insuficiente, lo que genera los traumas que estamos viviendo como la escasez, y por derivación, las largas colas y la especulación.
Este tipo de situación tiende a confundir hasta al más erudito, porque las interrogantes surgen al calor de la cotidianidad de la gente: ¿como es eso que hay crisis y no hay pasajes para Margarita?, se oye mucho comentar en la calle. «Llegaron 100 televisores a 20 mil bolívares y volaron, y supuestamente hay crisis», suelta una señora en un transporte público.
Pues bien, una de las soluciones viene por el lado de aumentar la oferta, dicho en cristiano: aumentar la producción de bienes y servicios, duplicarla, triplicarla, quintuplicarla, etc, dependiendo de cada sector o producto.
Una anécdota: un empleado de la organización que presido (Fedeindustria) suele tomar un taxi en un centro comercial de Guatire para llegar a su casa después de las 9 de la noche. Desde hace un tiempo empezó a notar que cada vez había más gente en la cola para tomar taxis. La primera interpretación superficial que se nos ocurre es: «hay crisis, pero cada día veo más gente en la cola para tomar taxi, y entonces?.
Un día este empleado le pregunta a uno de los coordinadores de la línea de taxis porqué ahora se esta haciendo tanta cola y este le dijo: «Hermano, el problema es que tenemos muchos taxis parados por falta de repuestos, y otros taxistas decidieron dejar de trabajar de noche por la inseguridad. Estamos trabajando solo con tres taxis».
Más claro, imposible. La cola no es sinónimo de un boom económico, si no de una disminución de la oferta. Ahora, hay menos taxis trabajando, menos oferta de servicios, menos asientos y los que tomaban taxi siguen siendo los mismos. Consecuencia obvia: se hace más larga la cola de personas esperando taxi, cuando en algunas ocasiones, ni siquiera había que hacer cola.
La producción nacional no alcanza ya que el país ha venido creciendo de manera sistemática y ha cambiado toda su estructura económica. Por eso es necesario estimular de manera acelerada la capacidad de la industria nacional para satisfacer las necesidades del país y esto hay que aplicarlo también en el área de servicios, para que la gente cuando vaya a solicitar TV por cable o internet no le tenga que decir que no hay descodificador o otro cuento parecido.
Miguel Pérez Abad