Desde pastillas contra la tensión, hasta agujas de insulina. Desde paquetes de pañales, hasta anticonvulsivos. En los grupos entablados por ciudadanos, cualquier petición es válida. Al principio, las consultas se limitan a familiares y vecinos. Pero luego el “necesito tal o cual artículo” se va extendiendo a toda velocidad hasta instalar su respaldo en la nube de la web a través de las cuentas en redes sociales de cada venezolano afectado por la escasez.
Colocar en el buscador de Twitter el nombre de alguna de las medicinas más solicitadas en la actualidad da resultados arrolladores.
En un seguimiento realizado durante los cinco días transcurridos entre el 5 y el 10 de septiembre de este año, se encontraron 331 tuits que hacían mención al Losartán Potásico, un medicamento utilizado para el control de la tensión.
Esto representa un promedio de 66 registros diarios (solo para estas pastillas) en los que la mayor parte corresponden a solicitudes e historias sobre búsquedas, y otros pocos son respuestas con ofrecimientos o recomendaciones.
Para el periodista y ciberactivista Luis Carlos Díaz, es natural que la gente intente buscar ayuda en estos espacios. “Primero cada quien visita varias farmacias pero, cuando se da cuenta de que simplemente no hay lo que busca, lanzan sus peticiones en Twitter como una botella al mar, a ver quién la agarra”.
Grupos de apoyo
En este ir y venir de solicitudes, se han formado algunos grupos dedicados a colocar en contacto a personas necesitadas con otros que han manifestado su intención de donar o intercambiar productos. Uno de los casos es el de la cuenta @ImpacientesVZLA , organizada por Gabriel Domínguez.
Este proyecto se inició en febrero de este año, cuando Domínguez emprendió en Twitter la búsqueda de la medicina de la tensión de su abuela y descubrió que su odisea era compartida.
A lo largo de ocho meses la red ha logrado pautar cerca de 300 intercambios exitosos en Caracas, y también ha hecho labores en ciudades como Valencia, Barquisimeto o Maracaibo.
Este tuitero, quien es miembro de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, asegura que con la prohibición de envíos internos de medicinas como parte de la lucha contra el contrabando, emitida en abril, “el trueque entre personas del mismo estado se ha potenciado, porque se limitó la posibilidad de que familiares que viven lejos envíen a otros los productos que necesitan”.
De acuerdo con Domínguez, los medicamentos más solicitados han sido el Losartán Potásico; el Tegretol, para evitar las convulsiones; la insulina y el Glucofaje, para el tratamiento de la diabetes; la Digoxina, para la insuficiencia cardíaca; y el Eutirox, recetado para controlar las enfermedades de la tiroides.
Información tomada de Globovisión