Cuando apenas faltaban días para arribar a sus 68 años de edad, el escritor de piezas memorables como La Empresa Perdona un Momento de Locura, El Animador, La Muerte de Alfredo Gris, El Ordenanza, Los Hijos de Iris, entre muchas otras, dejó de existir tras sufrir un infarto
Durante este domingo 21 de octubre se conoció en la ciudad de Guarenas el fallecimiento del reconocido dramaturgo Rodolfo Santana, quien tras presentar desde la noche del pasado sábado una dolencia cardíaca, fue trasladado de emergencia al hospital del Seguro Social «Dr. Luis Salazar Domínguez», donde a pesar de los esfuerzos médicos, el escritor dejó de existir cerca de las horas del medio día de ayer.
El trabajo de Santana, quien en unos días cumpliría sus 68 años de edad, dejó honda huella en la cultural local, regional y nacional, siendo un investigador de tiempo completo, dedicado a la dirección teatral y más recientemente a apoyar la formación de otras posibles figuras de la dramaturgia en el país, especialmente en el pueblo de Guarenas, donde nació y donde se encontraba residenciado.
Ardua tarea
Rodolfo Santana nació en Caracas el 25 de octubre de 1944, y fue dramaturgo y director de teatro venezolano. Escribió más de ochenta obras, muchas de ellas traducidas a diversos idiomas y representadas en Latinoamérica y Europa. Las obras teatrales de Rodolfo Santana han sido una de las más persistentes de la dramaturgia venezolana. Quizás también la más revisada y reescrita por su propio autor, para quien los matices esenciales del texto dramático eran indesligables del propio devenir histórico, cultural, político e intelectual.
De Guarenas para Venezuela
Nació en el pueblo de Guarenas, Estado Miranda, Venezuela, siempre se había reconocido como escritor. Desde los quince años escribía cuentos y novelas breves. A los 19 años comenzó a formar grupos de teatro en las áreas populares de Caracas, en los sectores de Petare, donde se inició su carrera dramatúrgica, tomando como referencia la problemática social, lingüística, cultural y humana de Venezuela en especial y el latinoamericano en general.
En 1968 obtuvo con la obra «La Muerte de Alfredo Gris» el Primer Premio en el Concurso de Dramaturgia promovido por la Universidad del Zulia en la Ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela. En esa misma oportunidad logró una mención de honor con la obra «Los Hijos del Iris» además que en el siguiente concurso de la misma Universidad en el año 1969, su obra “El Ordenanza” logró el segundo premio.
En los barrios
En la oportunidad que trabajó en los barrios como director de grupos, sin aporte de ningún tipo, intentó encontrar los soportes de una estética en medio de tantas restricciones, la encontró en un lenguaje donde el espectador se sentía referenciado, elaborando el espectáculo a partir de recursos sintéticos que permitían el fácil traslado y especialmente bajos costos.
Como director de teatro
Para 1969 se vinculó a los procesos teatrales universitarios y en 1970 comenzó a dirigir el Teatro Universitario de Maracay, dependiente de la Universidad Central de Venezuela. Ese año obtuvo el Premio Nacional de Teatro, que se otorgaba por primera vez en Venezuela, con la obra «Barbarroja» e, igualmente, estrenó en Valencia, Estado Carabobo, su obra «El Sitio», en el marco del I Festival de Teatro de Provincia, logrando el Premio “Juana Sujo” a la mejor obra del año. En 1971 fue becado por el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes. Durante dos años su trabajo se radicó en España, Inglaterra, Francia y luego en Colombia, Perú y México.
Reflexión detenida
Rodolfo fue investigador de las distintas tendencias de la escena latinoamericana y autor de obras que intentaban una reflexión detenida sobre algunos puntos de la variada gama temática del continente americano: violencia, identidad, costumbres, sincretismos, magia, santería, el poder político, influencia de los medios de comunicación, el deporte en las sociedades, etc. En 1972 obtuvo una mención de honor con la obra “Tarántula” en el Premio Internacional “León Felipe” promovido por la Editorial Finisterre de México. Ese año, el montaje de su obra “La Farra” logró el Premio “Juana Sujo” a la mejor obra del año.
El laboratorio
Fue invitado en 1973 a la Universidad de California por el Departamento de Portugués y Español. Allí con un grupo de estudiantes estrenó la obra “Moloch” que participó en el Festival de Teatro Chicano celebrado en la ciudad de San Antonio. Asistió como invitado especial al V Festival Internacional de Teatro de Manizales que fue celebrado en Colombia y a la Muestra Mundial de Teatro en San Juan, Puerto Rico.
Al regresar a Venezuela en 1974, fundó el Laboratorio de Investigación Teatral, dependiente de la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia. Allí, en Maracaibo, dirigió obras de calle, teatro de cámara y un espectáculo experimental llamado “El Gran Circo del Sur” que participó en el III Festival Internacional de Teatro de Caracas en 1975, obteniendo el Premio Nacional de la Crítica a la mejor obra. LV / Wikipedia
Como guionista de cine
A partir de 1975 Rodolfo Santana inició una intensa actividad como guionista de cine. Para el director venezolano Clemente de la Cerda, fallecido en 1986, escribió los guiones:
*»El Reincidente», en 1975.
*»El Crimen del Penalista», en 1976.
*»Compañero de Viaje», (Premio Municipal al mejor guion cinematográfico en el año 1979).
*»Los Criminales», (Basado en su obra teatral) en 1981.
A la actividad como guionista se agrega la de Director de Arte en el rodaje de las películas y la dirección del Grupo Teatral Cobre fundado en 1976. Para Mauricio Wallerstein, director de cine mexicano radicado en Venezuela, escribió el guion del largometraje «La empresa perdona un momento de locura» en 1976, basado en la obra de teatro de su autoría.
En 1979 fue invitado como representante de Venezuela al Congreso Mundial de la Paz y a la III Conferencia Cultural de Las Naciones en New Delhi, India. Rodolfo siguió siendo el dramaturgo que buscaba reflejar con profundidad los conflictos existenciales del ser humano, con esa justa dosis de humor que caracteriza al latinoamericano.