El comisario Iván Simonovis, cuyo caso se ha convertido en una de las banderas de la oposición venezolana, obtuvo en la madrugada de ayer una medida de arresto domiciliario de un tribunal local para tratarse unas complicadas afecciones de salud.
«La juez de ejecución acordó otorgarle a @simonovis detención domiciliaria con apostamiento del Sebin a fin (de) que reciba tratamiento médico», escribió Bony Pertiñez, esposa del ex comisario Iván Simonovis, en su cuenta en la red social Twitter.
Pertiñez agregó en otro mensaje que Simonovis tiene prohibido «utilizar las redes sociales, por lo que a partir de este momento no utilizaremos más su cuenta Twitter». Tampoco podrá ofrecer declaraciones a los medios de comunicación, se informó.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia precisó que si bien se «acordó medida humanitaria temporal a Simonovis, una vez mejore su salud deberá regresar a su sitio de reclusión».
Sebin vigila
En tanto, el abogado José Luis Tamayo escribió en la misma red social: «Jueza 1 Ejecución Maracay Vanina Gómez, previa solicitud de la fiscalía, acordó ayer 19 sept. medida de arresto domiciliario a Simonovis».
«Ya Iván está en su casa con su familia. Tiene apostamiento policial del Sebin y en las próximas horas será examinado por sus médicos», agregó. El jurista finalmente indicó que ahora la lucha es por la libertad de cinco policías que van a cumplir 12 años presos.
En la residencia del excomisario todo era tranquilidad, según pudo observar un equipo periodístico de The Associated Press. Esa tranquilidad sólo era perturbada por una decena de reporteros apostados frente a la casa, en un sector solitario de la Alta Florida.
La vivienda era custodiada por dos agentes del Sebin, que visten trajes camuflados y que llegaron en dos motocicletas.
Desde la calle del frente se podía escuchar el bullicio dentro de la vivienda amurallada, protegida por alambre de púa y un tendido eléctrico, como suelen estar las casas en esta nación suramericana azotada por la delincuencia.
Después de una larga espera por parte de los periodistas, el comisario se asomó por una de las ventanas de su casa, saludó con la mano derecha en alto y le dio un beso a su esposa.
Algo de historia
Simonovis, apresado hace nueve años, sufre varias patologías, entre ellas osteoporosis avanzada y afecciones estomacales. Su complicado estado de salud llevó a sus familiares y abogados a pedir repetidamente su liberación para tratar sus afecciones, pero por años los tribunales no habían aprobado su solicitud. El exsecretario de seguridad de la alcaldía de Caracas fue condenado en 2009 junto con otros dos jefes policiales a 30 años de cárcel por la muerte de manifestantes prooficialistas ocurridas durante el fallido golpe de estado en abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez, fallecido en marzo del 2013 de cáncer.
“Debe pedir perdón”
El primer vicepresidente del Parlamento, Darío Vivas, consideró que el comisario Iván Simonovis, debería de «pedir perdón» al pueblo de Venezuela por sus acciones durante el golpe de Estado de 2002.
«Creo que hoy debería arrepentirse, pedir perdón al pueblo venezolano, a esos hombres y mujeres que él, con las órdenes que emitió, les sesgó la vida», afirmó Vivas en declaraciones recogidas por Globovisión, sobre la salida de prisión de Simonovis tras concedérsele una medida humanitaria.
«Él puede ahorita estar en su casa, teniendo casa por cárcel y su familia lo va a compartir. En cambio, la orden que él dio para reprimir, para colocar francotiradores en las azoteas de los edificios el 11 de abril (de 2002), el día del golpe de Estado, esos compatriotas que fallecieron, esos no van a tener la posibilidad», añadió