En los últimos años, el incentivo al ahorro en Venezuela se ha quedado en el olvido. Por un lado, el sueldo mínimo no llega ni a los 4 mil 500 bolívares, mientras que el índice inflacionario cada vez se hacen sentir con más fuerza en el bolsillo de los consumidores.
Es decir, se trabaja para el día a día, muestra de ello es el costo de la Canasta Alimentaria Familiar, que según cifras del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM) para el mes de agosto se ubicó en 13 mil 482,56 bolívares, sufriendo con un incremento de 98% con respecto a la misma fecha de 2013, cuando se ubicaba en 2 mil 915, 28 bolívares, así lo afirmó el Secretario para el Progreso Económico del estado Miranda, Raúl López.
Lopéz afirma que esta cifra refiere a que se requieren alrededor de tres salarios mínimos para cubrir la Canasta Alimentaria, señalando que ante esta grave situación que enfrenta la economía venezolana, los que terminan pagando las consecuencias son las familias que hacen lo humanamente posible para comprar los productos.
“De toda esta espiral inflacionaria, lo que más me preocupa es la inflación en los alimentos, ya que toda inflación implica un empobrecimiento y una devaluación del dinero, que no solamente está afectando el bolsillo del venezolano sino que afecta la calidad de vida. Sorprende como los alimentos han registrado un alza inflacionaria en los últimos 2 años que sobrepasa el 200%”.
Para López las cifras de inflación emitidas recientemente por el Banco Central de Venezuela (BCV) correspondientes a junio, julio y agosto, así como la totalidad anualizada entre 2013 y 2014, correspondientes al octavo mes del año reflejan los graves problemas de producción y de escasez.
Aunado a esto, sostuvo que de nada sirve que se intenten ocultar las cifras de inflación cuando en realidad las variaciones económicas son claramente palpables ante el poder adquisitivo de los consumidores.