“…Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar…”. Antonio Machado (1912) -Joan Manuel Serrat (1969)
Cesáreo José Espinal Vásquez—-cjev@cantv.net
A dónde vas? (Quo Vadis?), es la pregunta que todos los partidos políticos de oposición deben hacerse hoy día, es decir, no solo para una mesa de unidad de criterios, ello, es utópico, sino establecer un acuerdo de confianza plural para el objetivo común, como es el acceso al poder por las vías constitucionales y democráticas. Se hace camino al andar.
La sociedad está conceptualizada en el mundo político es dos extremos: el capitalismo y el comunismo, en democracia o en socialismo. Tanto la democracia como el socialismo en sus orígenes del poder del pueblo, en ambos, sus postulados son buenos; pero la democracia ha sido subyugada por el capitalismo salvaje y el socialismo por el comunismo, tiránico. La brújula de lo correcto y lo justo se ha perdido. El dinero de la democracia capitalista y la del socialismo estatista ha corrompido a la ética, obteniendo mayoría circunstancial en procesos comiciales, etiquetando pordioseros del Estado-Gobierno y del enriquecimiento ilícito. Es el socialismo libertario y la democracia populista. La gente en sus raíces de conciencia, no quiere vivir en estos sistemas de ideología de “hacer pasar”. Comer hoy sin pensar en el mañana. Se ha corrompido la decencia. Se anhela un Estado de Derecho Justo, de justicia, bien común y seguridad. Ese es el camino. Trabajar, trabajar y tener lo suyo honestamente para beneficio de toda la sociedad, para los hijos y los hijos de los hijos. Así, obtendremos una patria, de amor, constancia, conciliación y paz. Caminante, son tus huellas el camino y nada más.
Los partidos políticos democráticos, deben renovarse caminando juntos sin atropellarse, respetándose entre sus dirigentes. Hubo errores políticos dentro del mismo partido AD que condujeron al “derrocamiento de CAP” y por otra parte, la vocación presidencial de R Caldera, le cerró el paso a sus delfines destruyendo su propia obra, Copei. Hoy, no vamos a cantar “no llores por mí Venezuela”. Quo vadis? (a dónde vas?). En aquellos 40 años de democracia, se educaron los que están hoy en el gobierno. El gran problema del comunismo es lo difícil de salirse, porque en el fondo, entre ellos, no existe amistad. Aupemos al socialismo democrático, sin guarimbas ni manifestaciones descoordinadas y pensemos en la Asamblea Nacional. No basta con criticar al gobierno, sin presentar soluciones sustentables para convivir en un Estado de Derecho Justo.