Un rumor popular, jamás confirmado, señalaba que el asesino podía pertenecer a una de las familias más poderosas del país y por esa razón nunca fue descubierto
Entre los meses de abril de 1986 y octubre de 1996, los asesinatos de 19 personas conmovieron a toda Costa Rica. Un total de 14 mujeres y cinco hombres aparecieron muertos en esos 10 años en una zona conocida como “El Triángulo de la Muerte”, ubicada entre La Unión y la llamada Alajuelita, en San José.
Todas estas muertes ocurrieron, al parecer, bajo un mismo patrón y fueron ejecutadas con la misma arma, pero, a pesar de las intensas búsquedas policiales, el autor de estos acontecimientos jamás fue capturado. Fue conocido como El Psicópata y es el primer caso documentado de un asesino en serie en la historia de Costa Rica.
Sus víctimas fueron mujeres solas o parejas heterosexuales, a las cuales usualmente atacaba en sitios poco transitados durante horas de la noche, pero de acuerdo a la legislación costarricense, los 19 crímenes atribuidos a El Psicópata ya han prescrito, lo cual significa que aún si se encontrara al sospechoso o si estuviese vivo, ya no se le podría juzgar por ninguno de los asesinatos.
¿Quién es el psicópata?
Todas las pesquisas del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica llevan hasta la figura de un ex guerrillero que luchó en el grupo rebelde Alianza Revolucionaria Democrática, dirigido por el comandante Edén Pastora. Se presume que nació en Managua, capital de Nicaragua, en 1948 y a los 12 años se metió a la Guardia de Somoza, lo que, al parecer, le dejó una gran experiencia militar.
La primera vez que llegó a Costa Rica fue en 1979. De 1983 a 1984 trabajó en la desaparecida Policía Metropolitana y curiosamente, los sitios donde patrullaba todas las noches, Curridabat, Patarrá y San Antonio de Desamparados, fueron los mismos donde, años más tarde, se cometieron los asesinatos.
Se dice que era un hombre solitario que no permitía que nadie visitara su casa. Vivía con su esposa y sus tres hijas, a las que protegía tanto que no permitía que amigos o novios de las muchachas visitaran el hogar. Nunca tuvo antecedentes de violencia doméstica y siempre fue una persona tranquila, pero solía visitar clubes nocturnos.
Sostuvo muchas relaciones cortas con varias mujeres, según las investigaciones policiales, sin embargo, las odiaba y por ello eran su principal presa. Al parecer, el sentimiento de rencor hacía el género femenino devenía del maltrato materno del que fue víctima durante su infancia.
Y es que el supuesto Psicópata nació de una relación de su madre con su jefe, un alto militar que la corrió de su casa cuando se enteró del embarazo. Tras su nacimiento, la madre empezó a maltratarlo con frecuencia y a causa de esas agresiones, el menor se enlistó en la Guardia de Somoza los 12 años. Unos cinco años después, se unió a una mujer que posteriormente lo intentó envenenar por una relación que ella tenía con otro hombre.
Aparte de ser policía y guerrillero, El Psicópata fue escolta de empresarios y taxistas. Otro patrón en estas investigaciones es que las balas con que mató a sus 19 víctimas, pertenecientes a una subametralladora M-3, eran las que usaban los rebeldes que combatieron contra el gobierno de Nicaragua en los años 80.
Cuando ocurrió el múltiple homicidio de las mujeres, en 1986, el sospechoso salió desde temprano de su vivienda, diciendo que iba a la frontera norte a visitar a su madre. Días después regresó con una fotografía que, al parecer, tomó de un periódico sobre la situación en la zona frontera para decir que estuvo allá, pero sus movimientos migratorios revelan que no salió del país durante los cuatro años posteriores al crimen en las cercanías de Alajuelita. En ese período, nueve personas fueron asesinadas en cinco ataques ocurridos entre 1986 y 1989.
¿Murió el asesino en serie?
Entre 1990 y enero de 1995 no se reportaron asesinatos atribuidos a El Psicópata, pero en el mes de febrero, volvió a Costa Rica, procedente de Estados Unidos y un mes después, se supo del asesinato de Marjorie Padilla Sequeira, con un disparo en la espalda. El 19 de octubre de 1996 volvió de Nicaragua y el día 25 ocurrió el último ataque sindicado a este homicida, en el cual perecieron Ileana Alvarez Blandón y Mauricio Cordero. Un mes después volvió a salir del país.
Hasta ahora, el único retrato que existe de El Psicópata es uno hablado hecho por los relatos de una mujer que, cuando tenía 19 años, fue atacada por él cuando salía de un salón de baile llamado Estrella Roja. La aludida hoy en día es operaria industrial y una de las principales testigos de esta historia de tintes novelescos.
Se sospecha que, entre unas osamentas que fueron localizadas el 19 de junio de 1998, estuviesen los restos de El Psicópata, pues el exguerrillero tenía un pin en su pierna derecha, el cual apareció entre los huesos y sus familiares reconocieron la ropa encontrada con los cadáveres.
Nunca se supo
quién fue
El 26 de noviembre de 1996, el Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica emitió un comunicado de prensa, el primero desde el inicio de los asesinatos, en el cual trataba de esbozar quién era El Psicópata. En dicho comunicado, se ofrecía una línea telefónica y una dirección postal para dar pistas de carácter confidencial, sin embargo, esto no tuvo mayores frutos. También se intentó cambiar el rumbo de la investigación, pues antes de esa fecha, se pensaba que El Psicópata era un asesino de tipo moralista, pero luego se intentó orientar su perfil hacia el de un homicida lujurioso que mataba para consumar sus fantasías sexuales
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas