No puede ser que el país probablemente más rico del mundo tenga a sus habitantes viviendo como sí fuera el país más pobre, no vamos a enumerar los problemas que todos conocemos y padecemos ¡Sí, todos! porque nuestras desgracias ocurren a cualquier persona sin distingo partidista ¡Claro! solo al pueblo, porque quienes nos gobiernan viven en una Venezuela aparte, segura y sin carencias de ningún tipo. Seremos siempre insistentes en que la principal responsabilidad que un país como el nuestro, con 40% de suelo fértil y tenga que importar más del 70% de sus alimentos o que sea la principal potencia petrolera del planeta e importe gasolina, recae en su pueblo, no sus gobernantes.
Los venezolanos nos hemos acostumbrado a la sobrevivencia, peor aún, a justificarla. Cuando observamos que la única manera de conseguir los alimentos de la cesta básica es en los mercados populares, del gobierno, con precios subsidiados y que ello sea motivo de agradecimiento entendemos el por qué de tantas cosas que nos ocurren. Fíjense; el precio regulado del pollo en estos mercados es de 43 Bs, fuera de ellos es superior a los 70 Bs.
El asunto es que el precio de los alimentos en los Mercales, y demás sistemas de distribución de alimentos del gobierno, es subsidiado, por tal motivo son más económicos y, en un país donde la inflación empobrece día a día a sus habitantes, las personas se ven obligadas hacer penosas colas de horas, muchas veces, bajo el sol y la lluvia, parece una exageración pero lamentablemente no lo es.
Sí existe esa diferencia abismal de precios es porque la economía se encuentra estructuralmente muy mal, por tal motivo el gobierno debe subsidiar estos alimentos, de esta manera también puede sacar provecho, furtivo provecho, utilizando estos mercados como aparentes políticas sociales justas a fin de obtener apoyo popular (electoral) cuando la verdad es que los alimentos que se encarecen es su culpa ¡si, por culpa del gobierno! sean cuales sean las excusas que ofrezca es su deber, su obligación hacer que la economía, así como los servicios públicos, infraestructuras y demás sistemas nacionales funcionen correctamente.
Estimado lector ¿de qué te vale aceptar las excusas gubernamentales sí día a día tu calidad de vida empeora? lo correcto es que quien nos gobierne venza los obstáculos en beneficio de todos, finalmente, para eso el pueblo elige a sus gobernantes.
Ahora bien, retomando el ejemplo del pollo, sí en Venezuela se solucionasen los problemas de producción, generando condiciones para la adquisición de todos los insumos necesarios para la producción avícola nacional le aseguro que el precio del pollo sería incluso mucho menor al que se consigue hoy en Mercal y fueran pollos nacionales, fáciles de conseguir en cualquier establecimiento de expendido de alimentos ¡sin colas! así con todos los demás rubros alimenticios, el dinero hoy utilizado para las importación y el subsidio pudiera ser invertido, por ejemplo, en educación y salud ¡eso es lo correcto!
Leandro Rodríguez Linárez