Balas, desorden y rastros de sangre quedaron en la sede del colectivo Escudo de la Revolución en Quinta Crespo, tras el enfrentamiento del martes con funcionarios del Cicpc que dejó cinco muertos
La fachada del Colectivo Escudo de la Revolución amaneció cubierto de impactos de balas, testimonio silente de las más de ocho horas de tensión que se vivió en Quinta Crespo, municipio Libertador, cuando se presentaron varios intercambios de disparos entre efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), y miembros de los colectivos a lo largo de la mañana del martes.
En medio de la conflagración se vieron afectadas las cerca de 200 familias que residen en el refugio constituido en el Edificio Manfredir: según denuncian, al tiempo que ocurría el enfrentamiento con los grupos irregulares, grupos de efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado irrumpieron en el inmueble de 29 pisos, causando destrozos.
“Vinieron un montón de policías, tiraron las rejas, sacaron a las mujeres y a los niños a punta de pistolas, violando nuestros derechos y maltratándonos”, dijo Yessica Velásquez, residente del refugio, quien agregó que varias personas resultaron heridas y fueron remitidas a centros de salud. “A una mujer le rozó una bala, a embrazadas le jalaron por los cabellos y las tiraron al suelo”.
Asimismo, según denuncian los habitantes del refugio, que fue apadrinado por los ministros de deportes, cultura y el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, en el operativo sufrieron robos, supuestamente por los mismos miembros del Cicpc.
Daño colateral
Mientras que en el estacionamiento del edificio Manfredir continuaba el enfrentamiento, los cuerpo policiales subían las escaleras del refugio. “A casa piso que iban mandaban a salir a la gente, tumbaban las puertas y le apuntaban a uno, sin que le importaran que fueran mujeres embrazadas, niños o personas mayores”, dijo Cristal Blanco, habitante del refugio. “Nos hicieron bajar todos a la planta baja mientras hacían desastre en los cubículos”.
Entre los destrozos causados en el hecho están la rotura de las puertas de los apartamentos, rejas que fueron arrancadas de sus marcos, destrozos en las habitaciones de las personas y desorden por donde pasaron los oficiales: “Rompieron a patadas las puertas y con seguetas rompieron las rejas, algunas hasta las arrancaron de raíz”, dijo Loreta Montero, una habitante del refugio, quien agregó que por obligar a bajar a su hija embrazada a planta baja desde el piso 22, donde vive, sufrió una descompensación que la obligó a ir a un centro de salud. “Y mi hermana también, le dio un ataque de asma por la impresión y tuvo que ser un PTJ el que le pagó la carrera para llevarla al Hospital Vargas”.
“Tuve que salir con 15 niños, todos llorando, mientras los Cicpc nos insultaban y apuntaban con un arma”, dijo Omaira Olivero, quien agregó que desde que ella se mudó al refugio del Manfredir este tipo de allanamientos se han presentado en varias ocasiones.
“En el piso ocho ellos mataron a un hombre que era de los colectivos, justo frente a su mujer y a su hija de cuatro años”, dijo una testigo del hecho, que por miedo a represalias prefirió reservarse su identidad, quien agregó que los propios cuerpo de seguridad arrastraron su cuerpo escaleras abajo.
“Siempre vienen acá y nos atropellan como si fuéramos malandros o viviéramos aquí porque quisiéramos”, aseveró Eisa Elías, habitante del refugio, quien agregó que hubieron al menos 30 detenidos en e hecho, de los cuales, cinco todavía seguían bajo custodia hasta la tarde de ayer. “Yo no quiero vivir acá, pero no tengo otro lugar adónde ir, y no es justo que nosotros que hemos ido a marchas y le hemos entregado cartas al presidente Maduro y todavía no tengamos una vivienda digna”.
De parte y parte
“Llegaron como 15 PTJ vinieron y se llevaron computadoras, dinero, a la gente le quitaron rendas, teléfonos, casi que vinieron a resolver el Niño Jesús acá”, dijo Carmen Alicia Jiménez, habitante del refugio, quien agregó que de la bodeguita que tenía, su única fuente de sustento, se llevaron buena parte de su mercancía y las ganancias de la semana.
“Pedimos que nos traigan seguridad, que estamos a la buena de Dios, por más que fueran lo que fueran, los colectivos no se metían con nosotros”, dijo Olivero, quien agregó que antes de la llegada de los colectivos grupos delincuenciales iteraban en el refugio, vendiendo los cubículos y cobrando vacuna.
“Los mismos colectivos nos cobraban 400 bolívares por cabeza de familia, dizque para ayudarnos, pero eso siempre iba para sus bolsillos”, dijo una de las vecinas del refugio, que prefirió mantener su identidad en secreto por miedo a represalias. “En estos días vendieron los cubículos del 22 por 200 millones, el piso completo; y nos querían hacer pagar a cada uno 2 mil bolívares para mandar arreglar la bomba de agua, que casualmente se había reparado hace solo tres meses”.
Comunicado oficial
El presidente Nicolás Maduro ordenó la investigación de los hechos suscitados el pasado martes en Quinta Crespo, según reza comunicado de prensa emitido el día de ayer, así como la actuación inmediata de los órganos competentes en la materia.
Asimismo, el comisario José Gregorio Sierralta, director nacional del Cicpc, informó que las cinco personas fueron abatidas durante un operativo eran investigadas por llevar a cabo una serie de asesinatos en la Gran Caracas, quienes eran integrantes de una banda de expolicías dirigidas por José Odreman.
Recordemos que los oficiales realizaban un procedimiento en el edificio fueron recibidos con detonaciones de armas de fuego, por lo que hicieron uso de sus armas de reglamento originándose un intercambio de disparos, que concluyó con un balance de cinco individuos abatidos.
Luís Guillermo Valera
@LuisGValera
Fotógrafo: Giovanni Martínez