Migdelia Bernal, madre de Contreras, lamentó la muerte de su hijo y acusó al director del Cicpc de haber dado la orden para que “los masacraran”. Denunció que lo asesinaron a malsalva y que le robaron un anillo, además de otras pertenencias
La hermana de José Odreman, Yamilet Dávila, también denunció excesos policiales y el ajusticiamiento de su hermano por parte del Cicpc. Lo encontró en el hospital Vargas. “Lo tenían sin ropa, con 32 tiros y amordazado”, aseguró
Los cadáveres de los cinco abatidos en un enfrentamiento con el Cicpc en el edificio Manfredi, al centro de Caracas, se encontraban ayer en la morgue de Bello Monte, donde familiares y amigos esperaban para retirarlos.
Las autopsias fueron practicadas en presencia de fiscales del MP, mientras un contingente de Orden Público de la PNB resguardaba la zona para impedir roces entre los deudos y el Cicpc, producto de las amenazas que se venían produciendo desde el día anterior por parte de los colectivos.
En la lista de fallecidos, estaba Michael Antonio Contreras (31), exfuncionario de Policaracas. Era miembro del colectivo 5 de Marzo que funciona en Cotiza. Cuando cayeron los dos primeros fallecido en el enfrentamiento de la torre Manfredi, José Odremán lo llamó para que acudieran en apoyo.
El edificio estaba tomado por comisiones del Cicpc que llegaron a realizar un allanamiento. Buscaban a miembros de una banda implicada en varios asesinatos, según lo confirmó el director del Cicpc, comisario José Gregorio Sierralta.
En ese primer tiroteo murió Carmelo Chávez (34), líder del colectivo “Escudo de la Revolución” que funciona en el Manfredi. Esta situación alertó a miembros de otros grupos que llegaron en apoyo, junto a josé Odreman.
Los colectivos tomaron como rehenes a tres funcionarios del Cicpc, dos de la División de Aprehensión y uno de Homicidios, a quienes llevaron al interior de la torre. Allí fueron golpeados y torturados psicológicamente. Amenazaron con matarlos.
El Cicpc pdiió apoyo de todos los despachos y así la zona fue tomada desde unas cuatro cuadras por grupos elites de la policía científica, además de comisiones de todas las comisaría. Un helicóptero sobrevolaba la zona.
Hubo una segunda toma del edificio que desató en otro enfrentamiento donde murieron otros cuatro miembros de los colectivos, entre ellos José Odreman, sargento de la PM y líder del movimiento 5 de Marzo. Junto a él, cayeron abatidos José Ángel Tovar Contreras (24); Jesús Rodríguez (33) y Michael Antonio Contreras (31).
“Mi hijo defendía
este proceso”…
Migdelia Bernal, madre de Contreras, lamentó la muerte de su hijo y acusó al director del Cicpc de haber dado la orden para que “los masacraran”. Denunció que lo asesinaron a malsalva y que le robaron un anillo, además de otras pertenencias.
Dijo que su hijo se retiró de Policaracas porque no estaba de acuerdo con el manejo. Desde entonces se unió a los colectivos para proteger el proceso que defendía cabalmente. “El era uno de los defensores de la Ley Desarme, era el primero que quería que no podía haber tantas armas en la calle”, comentó.
La mujer admitió que su hijo portaba arma y que tenía su porte, “un porte de arma bien legal”. “Ahora Sierralta me lo está satanizando, diciendo que eran unos delincuentes y que tenían una banda. Ellos lo que hacían era defender la revolución. Cuando los necesitaban los llamaban y ellos estaban allí, estaban a cargo de la seguridad en los refugios”, dijo.
Se definió como “revolucionaria desde los 13 años y crié a mi hijo con los mismos principios. Maduro, yo te conozco, nos reuníamos en la Sala 1 de Parque Central. Averigua bien, mi hijo no era delincuente”, expresó.
En Capilla Ardiente
en honor a Serra
Anthony Contreras, hermano de la víctima dijo que su hermano era parte del cuerpo de escoltas que custodiaron la capilla ardiente que se le hizo a Robert Serra y María Herrera en la AN. “El hizo cursos de escoltas. Hasta hace una semana lo estuvieron entrenando en el Sebin. Entonces como van a decir que son delincuentes?. Si es por eso, entonces el gobierno está entrenando delincuentes?”, se preguntó.
Michael Contreras tenía una hija de 4 años y vivía en El Junquito. Llegó al edificio Manfredi porque Odreman lo llamó diciendo que había una situación irregular y que tenían que ir en apoyo.
Llegaron en apoyo
La hermana de José Odreman, Yamilet Dávila, también denunció excesos policiales y el ajusticiamiento de su hermano por parte del Cicpc. Cuando le avisaron se fue al hospital José María Vargas y allí lo encontró. “Lo tenían sin ropa, con 32 tiros y amordazado”, aseguró.
Contó que Odreman era sargento y estaba a cargo de cuidar lo que quedó de la PM después de su eliminación. “Es increíble que lo que dijo en declaraciones a la prensa minutos antes le haya costado la vida. Ellos no eran delincuentes, el llegó a entablar un dialogo y lo mataron”, sostuvo.
Contó que el líder del colectivo estuvo 25 años en la Policía Metropolitana. Dejó cinco hijos y era el tercero de 5 hermanos.
Gioconda Romero, madrastra de José Ángel Contreras, conocido como “El Catire”, dijo que al joven lo llamaron para que fuera en apoyo cuando asesinaron a Carmelo Chávez. Lo mataron de tres disparos. Trabajaba en una cauchera que instaló en una casa donde vivía con su abuela en Las Adjuntas.
La madre de Jesús Rodríguez, aseguró que de igual forma su hijo nunca estuvo preso. Llegó al edifico después del primer enfrentamiento porque vivía allí y tenía a su esposa junto a sus dos hijos. Cuando llegó la policía disparando le dijo a la mujer que corriera.
El joven presuntamente tenía a su hija en brazos, pero se la quitaron y se lo llevaron. El tenía un dinero que iba a depositar y ahora no aparece. Creen que se lo robaron.
Rodríguez laboraba para una cooperativa de seguridad en una cadena de farmacias. Había hecho cursos de escolta. Prestó servicio militar en Fuerte Tiuna, fue escolta del general Lucas Rincón y de Eliézer Otaiza.
El Cicpc ofreció un balance de seis armas recuperadas en el edificio Manfredi, entre estas una perteneciente a uno de los funcionarios de este organismo; una granada y dos vehículos, uno involucrado en un homicidio y otro solicitado.