Al estudiante universitario Miguel García Romero le dispararon tres veces. Su cadáver lo abandonaron en el sector El Pedregalito de Cabimas. La familia tiene cuatro posibles cómplices del homicidio. Son las cuatro damas que el muchacho frecuentaba. Descartan el robo, pese a que se le llevaron todo.
Un mensaje de texto sacó a Miguel Ángel García Romero, estudiante de 20 años, de su vivienda. Al parecer una mujer lo citó a las 6.30 de la tarde del pasado viernes para el sector Pedregalito, de Cabimas, para matarlo, según la reseña del diario La Verdad.
Según familiares, el joven le prestó la motocicleta a su primo. Al parecer, su ruta era buscar a su novia en un centro comercial de la localidad e irse de paseo, pero no volvió.
Unos conocidos lo vieron por última vez en la avenida Intercomunal, a la altura del sector Punta Gorda, García viajaba con dos desconocidos, él iba en el medio.
Los vecinos del Pedregalito escucharon al menos tres detonaciones de un arma de fuego. Minutos después salieron a inspeccionar la zona y hallaron el cadáver cerca de unas tuberías.
“Todo ocurrió en menos de una hora”, señaló su tía, Asilegna Romero, quien desbastada aseguró que la muerte de su sobrino estaba planificada. Solo presentó un impacto de bala en la nuca. La moto, su teléfono y algunas pertenecías se las llevaron. El joven no tenía ninguna señal de violencia.