Para el partido Un Nuevo Tiempo, el caso Exxon Móbil, donde la República está obligada a pagar 1.600 millones de dólares a esta empresa por el proceso de expropiación de 2007, no es sino «la punta del iceberg de un proceso de quiebra, que se evidencia en las pérdidas acumuladas en los balances financieros de PDVSA, que lesionan los intereses de la República y de los venezolanos, por lo que solicitan al gobierno dejar de regalar el petróleo, revertir la politización y administrar con transparencia los activos de la empresa petrolera de todos los venezolanos».
El Presidente Ejecutivo de UNT y diputado a la Asamblea Nacional, Enrique Márquez, en rueda de prensa, hizo un balance de la situación crítica de PDVSA, alertando sobre los juicios que aún le falta enfrentar a la empresa, como fruto de la errada política de expropiación de activos de aquellas empresas que tenían convenios operativos y asociaciones estratégicas con la estatal venezolana.
Sostuvo que el resultado del manejo en general de PDVSA ha sido “nefasto”. Desde el año 1998 los indicadores son negativos. “Venezuela era el quinto productor de petróleo a nivel mundial en 1998, con una producción de 3,5 millones de barriles diarios. Para 2013 hubo una producción estimada de 2.499.000 barriles diarios, según cifra OPEP, y 2.899.000BD de acuerdo a cifras de PDVSA, ahora está en el puesto 13 entre los productores mundiales”.
Otros elemento negativo que destacó el diputado Márquez, es que PDVSA tiene más deudas que patrimonio porque, a pesar de los grandes ingresos que ha recibido PDVSA entre 1999 y 2013, que ascienden a un millón de millones de dólares, la empresa no ha realizado ninguna inversión y su deuda ha aumentado en 700 por ciento.
“La deuda financiera de PDVSA para 1998 estaba por el orden de los 7.000 millones de dólares y para este año 2014 arriba a casi a los 50.000 millones de dólares, es decir un incremento de 700 por ciento, sin considerar la deuda con los proveedores, ni los pasivos laborales. Por otra parte tenemos que la deuda total venezolana era para 1998 de 32.810 millones de dólares y para el cierre de 2013 ascendió a la cantidad de 204.286 millones de dólares, es decir un aumento de 650 por ciento”.
Agregó además que PDVSA no tiene liquidez, es financiada con dinero inorgánico por el Banco Central de Venezuela. “Esta situación pone en peligro el cumplimiento de las obligaciones externas e internas”.