“La crisis que hoy enfrenta el país nos afecta a todos, pero golpea con más fuerza a nuestro pueblo más pobre. Quienes se ponen la camisa roja también está viviendo lo mismo que el resto de los venezolanos. Y ante esta situación no se puede caer en distinciones, el pueblo tiene que hablar por todos, no por un grupo. Debemos terminar con esa peleadera, el pueblo de este país es uno solo, y la lucha nunca podrá ser pueblo contra pueblo. Si nosotros queremos cambiar esto tenemos que unirnos. El cambio que se tiene que dar debe ser con todos y para todos, porque hasta el más rojo de los rojitos sabe que Nicolás no sirve”, así lo aseveró este lunes, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, durante una asamblea popular en la comunidad Las Yaguas, en el municipio Tomas Lander.
Lamentó que Venezuela, a pesar de ser una potencia petrolera, este pasando por una situación de escasez y desabastecimiento tan crítica.
“No se explica cómo en el país con las reservas más importante de petróleo del planeta no haya pañales, champú, desodorante, acetona ni hojillas. Las medicinas, los productos de la canasta básica y los materiales de construcción tampoco se consiguen. Hay una situación grave de escasez producto de la crisis económica que generó el propio gobierno. No hay nada, y el problema no es de forma sino de fondo. El gobierno expropió empresas y destruyó la producción nacional”.
Capriles insistió en que el gobierno sigue desconectado de los problemas de los venezolanos, por lo que reiteró que la unión del pueblo es fundamental para impulsar los cambios que el país amerita.
“El sábado estuvimos en Zulia, y en el sector que visitamos casi todos habían tenido chikungunya, pero uno prende el televisor y el gobierno no habla de eso. En este momento de la historia es importante que nuestro pueblo hable, que diga lo que tiene dentro de su corazón, porque hoy día los escuálidos son los que están en el Palacio de Miraflores”.