Pistoleros que llegaron a la segunda escalera del sector El Guanabano II, en Las Adjuntas, ultimaron este domingo a Jesús Rojas Marcano (27), cuando el hombre que tenía a sus hijo de 2 años en brazos, intentó dialogar con los delincuentes para que depusieran sus armas porque en el sitio se encontraban varios niños.
En la calle, frente a la casa de la víctima, había una reunión familiar. Celebraban el cumpleaños de Rojas y el de su hermana. Se encontraban varios allegados con sus hijos pequeños con edades que iban desde los 9 años hasta el más pequeño de tan solo 4 meses de nacido.
José Ortega, cuñado de la víctima, se retiró a dormir más temprano pero lo despertaron los gritos en la calle y el sonido de los disparos.
Cuando su cuñado se acercó a los delincuentes para pedirles que fueran prudentes por los niños que estaban allí, uno le disparó pero se trabó el arma. La víctima aprovechó de soltar a su pequeño hijo y correr hacia la parte trasera de la vivienda. Hasta allá fueron tres de los sujetos y le descargaron dos tiros en la cabeza, uno en el pecho y otro en casa piernas.
Cuando huyeron los pistoleros, entre varios familiares alzaron a Rojas y lo llevaron cagado hasta la carretera en busca de un carro que quisiera llevarlos al hospital Miguel Pérez Carreño. En el trayecto falleció.
La víctima trabajaba en el área de mantenimiento de Intevep, filial de Pdvsa con sede en Los Teques. Era padre de dos niños, el de 2 años y una niña de 6 que tuvo con otra pareja. «Era una persona sana. No era delincuente porque si una persona tiene problemas con alguien entiende que esas bandas procedan así”, dijo Ortega».
Se maneja en predios policiales que los delincuentes son del sector El Peñón y que confrontar problemas con bandas de la zona.
AA