En mesas improvisadas en plena calle, en los extremos Este y Oeste de Caracas, se pueden encontrar productos de primera necesidad que están escasos en los establecimientos formales; sin embargo su valor se ubica en el doble, el triple o más de lo establecido por la Superintendencia de Precios Justos
El costo de diversos productos, desde los alimentos de la dieta diaria, pasando por los artículos de aseo personal, detergentes, pañales, entre otros, sigue siendo un dolor de cabeza cuando no se consiguen en estanterías de abastos y supermercados, y las personas deben acudir a la economía informal, donde abundan pero con el agravante de ser expendidos a precios de usura, en la mayoría de los casos.
Estos precios «nada justos», se aprecian en las mesas improvisadas de mercados de Petare y Quinta Crespo, solo por fijar un ejemplo, pero la práctica se extiende entre la mayoría de la llamada buhonería, cuyos responsables venden a costos que violentan las disposiciones emanadas de la Superintendencia Nacional de Precios Justos.
Recientemente el precio del azúcar fue incrementado a Bs. 18, pero en los puestos callejeros se consigue a 45 bolívares el kilo, mientras que la harina de maíz precocida, regulada a Bs. 22 el kilogramo, se expende a 45 Bs. Lo mismo pasa con el café que está regulado en 46,6 Bs. pero se vende a 90. El caso de los pañales desechables y la leche en polvo alcanzan los máximos niveles de usura cuando se venden a 350 Bs. el paquete y 380 bolívares la lata, violando la regulación oficial.
Anoche en cadena nacional de radio y televisión, el presidente Maduro pidió aplicar medidas para evitar estos abusos.