En esta oportunidad, tanto en Madrid como en New York, en compañía de Julio Borges, se reunió con connotados enemigos de la Revolución Bolivariana, de esos que no escatiman esfuerzos y recursos con tal de activar dispositivos destinados a afectar el proceso político venezolano
El reciente viaje de Henrique Capriles Radonski al exterior, concretamente, a Madrid y New York, dio pie para que se desarrollara una conveniente y necesaria indagatoria acerca de la tendencia, muy consecuente, del gobernador mirandino a viajar tanto hacia fuera como al interior del país y a descuidar, por mampuesto, las responsabilidades que constitucionalmente les corresponde.
Viajero aventurero
Esos viajes de Capriles son públicos y notorios, pues, él mismo, se encarga en hacerlos notar, de manera, que resulta lógico que sus adversarios políticos y amplios sectores de la comunidad mirandina se pregunten, cada vez, cuál es la finalidad de esos viajes, qué beneficios le reportan al Estado Miranda, de dónde salen los recursos con los cuales se costean, en fin, un conjunto de interrogantes que bien merecen sean respondidas; sobre todo, por el antecedente de los viajes del año pasado, cuando, al desconocer los resultados de las elecciones de abril de 2013, ganadas limpiamente por Nicolás Maduro Moros, llamó a sus seguidores a drenar la arrechera y se dedicó a visitar varios países de la región buscando apoyo al plan desestabilizador con el que el imperialismo y la burguesía parasitaria pretendían derrocar al gobierno constitucional; plan en el que, evidentemente, Capriles, tenía asignado un papel actoral de primera fila, sólo que al ser derrotado políticamente, una vez más, por su pésima actuación, quedó para público de galería.
En esta oportunidad, tanto en Madrid como en New York, en compañía de Julio Borges, se reunió con connotados enemigos de la Revolución Bolivariana, de esos que no escatiman esfuerzos y recursos con tal de activar dispositivos destinados a afectar el proceso político venezolano. Sabemos que a motu propio Capriles no va a responder las preguntas que la gente se formula; vuelve a las andadas desestabilizadoras de las cuales, aparentemente, se había distanciado. Con el intento insurreccional de la salida fascista promovido por Leopoldo López y María Machado, en el primer semestre de este año, estuvo guabineando, en las primeras de cambio, para la final distanciarse cuando ya era evidente el fracaso de la arremetida fascista y se habían producidos 43 muertos y centenares de heridos; en ese momento salió declarando que la política correcta, a desarrollar, era la de la acumulación de fuerzas y prepararse para participar en las elecciones parlamentarias del 2015.
Pero ahora, con este viaje reafirma su vocación aventurera, los contactos con Aznar, en España, y con Roger Noriega, en USA, enemigos acérrimos y obcecados del proceso bolivariano, que previamente ya había establecido Julio Borges en viaje anterior, sellan y redondean el plan real previsto para desarrollar, en los próximos meses, el de la combinación de diversas formas de lucha: participación electoral, con calentamiento de calle, manipulación mediática, afincamiento en la incertidumbre que genera la guerra económica patrocinada por la burguesía parasitaria y exacerbación del terror producido por las acciones violentas y criminales adelantadas por “células” paramilitares sembradas por el uribismo colombiano, acciones violentas que, por lo demás, la derecha no ha condenado de manera categórica. Todo un cóctel explosivo, en el que el imperialismo y la derecha local e internacional cifran las esperanzas de coronar el derrumbamiento del proyecto político concebido por el Comandante Chávez.
Ausente e incompetente
La vocación viajera y aventurera de Capriles Radonski, lo induce a convertirse en un gobernador ausente, a no estar pendiente de lo que le compete, a no asumir las responsabilidades en función de atender y resolver los problemas de las comunidades mirandinas. Deficiencia que ha pretendido tapar con la falaz argumentación de que el Gobierno Nacional no le facilita los recursos que por Ley le corresponde.
Cuando resulta que es exactamente lo contrario, desde el 2009 hasta la fecha, la gobernación de Miranda, ha recibido la astronómica suma de 26877 millones de bolívares por concepto de situado constitucional, créditos adicionales y excedentes petroleros. Recursos que, bien administrados, serían más que suficientes para cumplir las obligaciones con los trabajadores, para atender la infraestructura estadal y adelantar una efectiva y necesaria política de construcción de obras en todo el Estado. Pero, lamentablemente, la realidad es otra, Capriles ha evidenciado una manifiesta incapacidad para administrar esos recursos.
CLEBM constructivo y contralor
El Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda (CLEBM), orientado por la sabia dirección de la Legisladora Aurora Morales, le ha aprobado todos los créditos adicionales solicitados, en el interés de que se haga una buena gestión en beneficio de los mirandinos, y por la convicción de que la política revolucionaria no se fundamenta en la obstrucción de la gestión del gobernante opositor sino en construir una nueva hegemonía; objetivo este, que se obtiene no con el obstruccionismo sino con el desarrollo de una práctica política constructiva, propositiva, capaz de ganar voluntades con el ejemplo y el debate de ideas, tal cual como entendió y asumió Chávez el quehacer político, razón por la cual resultó invicto y victorioso.
¿Con qué recursos
pagó el viaje a
Madrid y Nueva York?
Por supuesto, la incompetencia de Capriles que se expresa de diversas maneras, al no ocuparse, como le corresponde, de la educación (el 40% de la infraestructura escolar está por el suelo), de la salud, la vialidad (no ha echado ni un solo gramo de asfalto), de la cultura, la inseguridad (el índice delictivo es el más alto del país), del deporte (de capa caída), la deuda acumulada con los trabajadores públicos (educadores, policías, bomberos, bibliotecas, etc.) no se honra y crece cada año; conlleva a que el CLEBM despliegue una efectiva y rigurosa labor contralora. Comenzando por requerir de Capriles a qué fue y con qué recursos pagó el viaje a Madrid y Nueva York