El inspector de policía de Alagoinhas, Roberto Lima dijo vía telefónica que el domingo José Marcos Araujo identificó un cadáver en la morgue de la ciudad como el cuerpo de su hermano, Gilberto
SAO PAULO. Un lavador de coches de 41 años sorprendió a su familia cuando interrumpió su propio funeral en casa de su madre en el poblado de Alagoinhas, en el noreste de Brasil, informó el martes la policía.
El inspector de policía Roberto Lima dijo vía telefónica que el domingo José Marcos Araujo identificó un cadáver en la morgue de la ciudad como el cuerpo de su hermano, Gilberto.
Lima dijo que José Marcos llevó el cadáver a casa de su madre.
«La confusión inició cuando empezaron a circular las noticias de que un lavador de coches había sido asesinado a tiros», dijo la esposa de José Marcos, Ana Paula, al portal de noticias de internet UOL. «La policía llamó a mi esposo y le dijo que su hermano había sido asesinado y su cuerpo estaba en la morgue».
Lima dijo que la confusión era «incomprensible».
«Ambos hombres se parecen mucho y ambos trabajaban como lavadores de coches», explicó Lima, que agregó que el hombre cuyo cadáver estaba en la morgue se llamaba Genivaldo Santos Gama. Indicó que hasta el momento no se dispone de más información sobre Gama.
Unas cuantas horas antes del entierro del lunes, «un amigo de Gilberto lo vio caminando en vía pública y le dijo que su familia lo estaba velando», dijo.
«Así que él fue a casa de su madre para decirles a todos los presentes que estaba vivo».
Cuando Araujo se presentó «algunas personas se desmayaron y otras estaban tan asustadas que huyeron corriendo. Fue una fuerte impresión», dijo María Menezes, amiga de la familia, al sitio de noticias de internet G1.
«Me siento feliz. ¿Qué madre no lo estaría luego de habérsele dicho que su hijo está muerto y luego verlo vivo?», dijo la madre de Gilberto, Marina Santana, a los reporteros.
AP