La economía fue el martes el tema principal en momentos en que el mandatario demócrata y aspirante a la reelección y el candidato republicano, dejabann atrás su último debate, el cual se había enfocado en política exterior
El presidente Barack Obama y el candidato presidencial republicano Mitt Romney saludan a sus familiares después dle tercer debate presidencial en la Universidad Lynn el lunes 22 de octubre del 2012.
Cuando faltan dos semanas para el desenlace de la reñida contienda por la Casa Blanca, el presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney acumulaban el martes gastos de propaganda televisiva por casi 1.000 millones de dólares mientras millones de estadounidenses votaban por adelantado a lo largo del país.
Ohio se ha perfilado cada vez más como el epicentro de la campaña proselitista de ambos contrincantes en estos tiempos de dificultades económicas. El desempleo en el estado alcanza 7%, por abajo de la media nacional de 7,8%. Obama ha efectuado en Ohio más actos de campaña que en ningún otro estado, mientras Romney ha programado en el mismo numerosos discursos en pos de un avance.
La economía fue el martes el tema principal en momentos en que Obama y Romney dejan atrás su último debate, el cual se había enfocado en política exterior.
En una síntesis de 20 páginas, Obama presumió lo que sería su agenda en un segundo periodo y dijo ante una multitud en un acto de campaña en Florida que el plan de su contrincante «en verdad no crea empleos. Su plan para corregir el déficit no lo reduce, lo incrementa».
Más que nada, dijo el mandatario, no se puede confiar en Romney porque cambia de postura con frecuencia.
En Dayton, Obama declaró: «En las semanas del trayecto final de la campaña, (Romney) hace todo lo que puede para ocultar sus verdaderas posiciones. (Romney) es magnífico para presentar los aspectos de Estados Unidos que cree que están mal, pero con seguridad carece de la capacidad para contestar cómo se arreglarían. Ese no es un liderazgo en el que se pueda confiar».
Antes de dirigirse en avión a Ohio en su 17mo viaje de este año electoral, Obama afirmó asimismo, con una pizca de humildad: «No se trata de que los candidatos hagan todo perfectamente de inmediato, pero se desea que alguien pueda mirarlos a los ojos y decirles, esto es lo que creo».
Romney le reviró a Obama ante una multitud que lo aclamó en Henderson, Nevada. Obama desea un nuevo periodo para aplicar las mismas políticas que han resultado en un lento crecimiento económico y un alto desempleo durante cuatro largos años, afirmó el candidato republicano.
«(Obama) es el candidato del estatu quo. Por eso su campaña pierde fuerza mientras la nuestra adquiere impulso», agregó.
Los colaboradores de Romney descalificaron el texto de 20 páginas de Obama y dijeron que no contiene nada nuevo. El ex gobernador de Massachusetts dijo que «la visión (de Obama) para el futuro es la repetición del pasado».
En momentos en que la propaganda parece no tener fin en la televisión, los electores afirman que ya ha están hartos de la misma.
Gastos multimillonarios
Según expertos que dan seguimiento a los gastos de campaña, ambos candidatos y sus sectores aliados han gastado o reservado a la fecha mensajes televisivos por casi 950.000 millones de dólares. Parte de estos han sido campaña negativa, algunos bastante severos, dirigidos contra el rival.
Romney y grupos del Partido Republicano aventajaban por 100 millones de dólares a Obama y sus partidarios, aunque las variaciones en los precios de compra dificultan comparar el número de mensajes de cada bando.
AP