Todo se resume a la ausencia de unidad sincera, desprendida y comprometida con el país, de lo contrario, el objetivo seguirá disperso.
En la columna semanal que publico en el diario La Región en Los Teques escribí sobre algunos aspectos que a mi juicio mantienen estancada a la oposición. Titulé el artículo: «El objetivo luce disperso» y analicé el porqué ello afecta la posibilidad de un cambio real y factible por la vía electoral.
Desde luego que todo se resume a la ausencia de unidad sincera, desprendida y comprometida con el país, de lo contrario, el objetivo seguirá disperso.
Ejemplo chileno
La actitud maniquea por predominar, reemplazar y avasallar al aliado interno es para algunos más importante que producir un proyecto de alternativa viable y confiable para el ciudadano común.
Casi que nos atrevemos a asegurar que este es un hecho inédito en la política continental.
Dos ejemplos de situaciones similares corroboran nuestra expresión anterior.
En Chile, con partidos en la clandestinidad en medio de una cruenta persecución militar, se creó una alianza por el No para enfrentar a Augusto Pinochet.
La concertación integrada por una diversidad de partidos de derecha, de izquierda y de centroizquierda; y de figuras políticas prominentes, cumplió con la misión de forzar la vía democrática y la salida de Augusto Pinochet a través de un referéndum, lo cual fue posible gracias a la unidad sincera y desprendida por rescatar al país.
Luego, al legalizarse plenamente los partidos, la misma alianza postuló a Patricio Alwyn como candidato obteniendo un triunfo rotundo que comenzó a desmotar los cimientos y tentáculos de la dictadura.
La clave para que los chilenos cambiaran el rumbo de su historia se fundamentó en darle prioridad al objetivo que era salir de Pinochet, por encima de intereses grupales y mezquinos, ofreciéndole a los ciudadanos una confiable alternativa.
Restituido el hilo constitucional, el devenir político chileno tomó su rumbo.
En el año 58, en contexto y condiciones distintas, una alianza cívico militar terminó derrocando a la dictadura de Pérez Jiménez, pero cuando a los partidos les tocó reorganizarse, la clave fue el factor unitario que pudo consolidar al sistema democrático, que se ha visto seriamente afectado por el continuismo de un solo gobierno sin que la oposición haya podido quebrar electoralmente esa hegemonía.
Nueva generación inmadura
Otra de las causas fundamentales de ese estancamiento radica en que durante el proceso revolucionario la oposición venezolana ha sufrido una transición generacional que, sin experiencia, insurgió con las nuevas franquicias partidistas y que lamentablemente no ha estado a la altura del momento que se exige y que aún necesita madurar aunque sea con carburo.
Esta nueva generación, que sus méritos tiene, ha sustentado su liderazgo en lo mediático y en el afán de figuración, pero hoy esa manera de hacer política está en desventaja ante el imperio comunicacional que maneja el gobierno.
Los dirigentes mejor posicionados, Capriles y Leopoldo, que han sido dos importantes hallazgos de esta nueva etapa republicana, andan por senderos distintos, con agendas particulares sin advertir que primero hay que reordenarse internamente porque las cosas no ocurren por el simplista razonamiento de la ley de acción y reacción.
Esas visiones extemporáneas solo generan confusión y contradicciones internas. Para nadie es un secreto la pugnacidad interna entre los partidos, pero una cosa es pensar distinto y otra afinar el objetivo, por ello es que persiste en el ambiente la sensación entre un gobierno ineficiente y una oposición indiferente.
Así está el país.
A conectarse con la gente
La máxima instancia opositora, que se supone es la Mesa de la Unidad no podido ordenar el tablero sencillamente porque está subordinada al capricho sectario de quienes la dominan, sin visos hasta ahora de darle mayor participación a la sociedad civil, que es mas del 50% de los votos.
El hecho se torna mas incomprensible aún porque cuando se analizan las encuestas encontramos que la gente percibe un gobierno en crisis, una situación país dramática, además de que son del conocimiento público algunas grietas internas en el partido de gobierno.
Entonces, ¿Porqué no se avanza?
Sencillamente porque ante falta de desprendimiento y unidad no ha podido ni ha sabido capitalizar estas falencias del oficialismo.
También es cierto que el aparato de propaganda del gobierno está bien montado, que la misiones han logrado penetrar a las clases sociales y que Chávez dejó sembrado en la gente un sentimiento de solidaridad, sin embargo todos esos antecedentes parecen estar cediendo ante el descontento.
Todas las encuestas revelan que la popularidad del presidente bajó a 30% y que la aceptación del gobierno no es la mejor, pero en cambio, el Psuv sigue siendo por mucho, el partido mas popular y los de oposición individualmente, aún no lograr superar la barrera porcentual del 10%, con todo y el desgaste del gobierno.
Esa lectura hay que analizarlas fríamente para establecer una estrategia y enfocarse en las elecciones legislativas que están a la vuelta de la esquina e ir labrando paso a paso la posibilidad de producir un cambio político ante la cruda realidad que se viene para el año que viene.
Otro detalle para no desestimar es el creciente número de Ni-Ni entre indiferentes y decepcionados, cuya tendencia supera el 40%.
Ese sector, que está en el medio no percibe a la oposición como alternativa y prefiere mantenerse neutra hasta que llega el momento electoral donde siempre el gobierno logra pescar el mayor porcentaje por las ventajas que ofrece el poder y la dispersión que se percibe de la oposición, además de la economía del voto que siempre ha sido determinante en este país.
Aún hay tiempo para mirarse en el espejo de los ejemplos de Chile y de la Venezuela post Perezjimenista.
Hay que dejarse de pendejadas y enfocarse en el objetivo, conectarse con la gente, orientar el discurso y usar todos los recursos humanos disponibles porque lo que nos viene nos es nada alentador.
De no ser así, el vals de las quinceañeras seguirá avanzando a pesar de los pesares.
ARENA Y CAL
*** LOS VECINOS de Guarenas nos han hecho llegar algunas quejas con respecto al caos urbanístico de la ciudad que tiene tiempo en estado de descomposición. Para colmo los sonidos del vallenato que han inundado a la ciudad a cualquier hora del día generan una contaminación sónica que atormenta. Somos respetuosos de todas las tendencias musicales, pero a veces la saturación produce hastío. Ojalá existiera el mismo empeño con la música autóctona.
*** ES EXAGERADO hacerse eco de que a petición de los colectivos, el ministro Rodríguez Torres fue destituido. No negamos que la confrontación con el CICPC tenga algo que ver, pero de allí a presionar al gobierno, no es otra cosa que una especulación que sirve para desviar la atención de otros temas.
*** LOS MOROS Y CRISTIANOS, aspiramos que al menos el «protector» nos aclare lo sucedido en Sao Paolo. Una explicación nunca está demás para evitar especulaciones.
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Jairo Cuba
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