Tenía una herida de bala en la cabeza. Su marido Manuel Castillo, de 18 años de edad, la emboscó en horas de la tarde y le disparó cuando caminaba por la zona con una sobrina de año y siete meses en brazos.
La mujer murió de manera inmediata. Los vecinos dijeron que el homicida lleno de nervios huyó del lugar sin dejar rastros. La niña fue recogida y llevada al Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto. Su estado es grave porque también recibió un impacto de bala en la cabeza.
Un vecino que no quiso identificarse, contó que a las 2:30 de la tarde, el hombre salió de una casa donde estaba escondido y cuando vio que estaba a una distancia determinada le disparó.
Comentó que los sentimientos que llevaron a Manuel Castillo a matar a su mujer fue la frustración porque ésta lo había dejado. «Ellos se habían separado hace cuatro meses, porque ella decía que ya no lo quería. Pero él no se resignaba a perderla; la seguía a todos lados y comenzó a pegarle y a amenazarla de muerte”.
La relación había comenzado tres años atrás y luego de año y medio tuvieron una niña, recordaba el vecino ayer a las seis de la tarde mientras miraba el cuerpo que yacía en la calle de tierra, rodeado de funcionarios del Cicpc que hacían la inspección técnica en el lugar para iniciar las investigaciones. Un montón de curiosos rodeó la calle. El paso fue cerrado con precintos policiales. «Él siempre la golpeaba; la amenazaba de muerte. Nunca antes había sido violento, pero en estos últimos meses cambió por completo porque no quería que lo dejara”. Manuel Castillo se ganaba la vida como obrero de la construcción y hacía una semana había iniciado sus estudios de bachillerato (séptimo grado) en la Misión José Félix Ribas.
Otro de los curiosos agregó que la noche del miércoles Castillo había discutido con la joven nuevamente. «Él la golpeó, como ocurría siempre y la amenazó con que la iba a matar a ella y a la hija. Yo creo que pensó que su mujer llevaba en los brazos a su hija y por eso le disparó, porque él ya había amenazado con matarlas a las dos. Casualmente la niña a quien hirió tiene la misma edad y es parecida a su niña”.
Via El Impulso.