Rockets, que anda con 6-0, azotó a un Spurs desvalido con Dwight Howard. Portland se hace fuerte y en Cleveland surgen los choques
Greg Popovich decidió darle descanso a sus ases Duncan y Ginóbili, evitándoles jugar en días seguidos. También al tocado Thiago Splitter. En el partido, además, se lesionó Bellineli. Y lo que pudo ser un choque de trenes, en Houston, resultó vía despejada para que “Superman” Howard se hiciera dueño de la cancha y con 32 puntos y 16 rebotes guiara paliza de 98-81 que dejó a los Rockets con 6-0, la mejor marca de la NBA.
Habrá que esperar, entonces, para un “verdadero” duelo entre los equipos tejanos. La debilidad del campeón fue aprovechada desde temprano por Howard y Harden (20-6-6, aunque demasiadas pérdidas, 8 de las 21 del equipo) estableciendo un dominio que terminó en “caimanera” en el último cuarto, pues además San Antonio anduvo errático (20-2 en triples, con tiros generalmente bien tomados).
Los equipos, especialmente los Spurs, se dedicaron a probar gente nueva, la que tomará el relevo. Y se frustró el espectácuo esperado. El veterano Jason Terry (16), el joven Isaiah Canaam (12, 50% de cancha y en triples), también se unieron a la fiesta. Corey Joseph acertó 9 de 11 tiros y sumó 18 para los derrotados.
Ojo con los Blazers
Si algo ha llamado la atención ha sido la defensa de Portland, que viene limitando seriamente a buenos artilleros. Como lo hizo el jueves con Nowitzki (17), Parsons (11) y Ellis (14), en camino a elocuente victoria 108-87 sobre los Mavs. Por 4 apenas en la primera mitad (50-46 para los Mavs), los Blazers se soltaron en el tercer cuarto y con un parcial de 35-18 definieron el encuentro.
Argumentos para el triunfo: entre otros el 52-35 que marcaron los suplentes, con 12-7 en triples y 57% de cancha, y la diferencia de 53-34 rebotes y 25-14 asistencias. Además de los porcentajes de tiro, 51.9, 40 y 84.2, por 36.7, 21.7 y 100 (16-16). Aldridge (20 y 7 rebotes), Lillard (18-5-6), Kaman (12), C.J. McCollum (13), Mathews (12) y Batum (8-9-9) fueron de avanzada en la imposición de un equipo con impresionante inicio.
Choque en Cleveland
Además del par de encuentros del jueves, destacó en los medios el pospartido de Cleveland. Luego de la tercera derrota y el magro total de 6 asistencias (4 de LeBron James), el excesivo individualismo de los Cavs derivó en lo que se suponía: choques verbales, con especial significación el de James y Kyrie Irving.
Difícil papeleta enfrenta David Blatt, técnico debutante en la NBA: armonizar egos, hacer que sus armadores pongan a jugar al colectivo (se supone que están allí para hacer mejores a sus compañeros), es general conseguir la química indispensable para justificar en la cancha el favoritismo que, con buenas bases, le ha otorgado la critica, hasta ahora en el papel. Ver a Kevin Love, con todo su talento para producir adentro y afuera, ubicado en buena posición, y desasistido como otros compañeros, fue una de las notas patéticas de su revés ante el bisoño cuadro de los Jazz.
Anoche los de Cleveland concluían, en Denver, una gira llena de desaciertos luego de ganar en Chicago ante el supuestamente gran adversario de la conferencia. Y el lunes recibirán en el “Q” a un ambicioso New Orleans Pelicans con Anthony Davis a la cabeza. Hay tiempo para ajustar, pero es preciso rectificar primero.
Armando Naranjo
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