Choferes de la vía a El Junquito denuncian los elevados niveles de inseguridad en la zona, a lo que se suma que de 3 puestos de la GNB, dos están abandonados
Emilio Antonio Oropeza, chofer de la línea Unión de Conductores Caracas-Junquito, fue asesinado este sabado a las 7:20 de la noche, cuando tres antisociales se montaron en la unidad para cometer un asalto y sometieron a todos los ocupantes.
Los delincuentes abordaron el colectivo en el kilómetro 7, junto a un punto de control de la GN y sometieron a los pasajeros a quienes golpearon. A una niña de seis meses de nacida le dieron un golpe con la cacha de una pistola.
En pleno asalto los antisociales despojaron al conductor de su teléfono celular, la cartera y el dinero que había recogido durante la jornada del día. Después le dieron un disparo en la cabeza. La víctima vivía en el km. 25 de El Junquito y tenía 16 años trabajando en esa línea.
Oropeza dejó dos hijos, uno de ellos, Anderson Ochoa dijo que a diario asaltan un promedio de seis unidades. Este homicidio provocó que siete líneas que agrupan a 700 transportistan paralizaran el servicio en la zona.
Los vecinos tuvieron que pagar hasta 300 bolívares en mototaxis para trasladarse a sus hogares. Denunció que la semana pasada a un compañero de su padre le dieron un tiro en el abdomen y otro en la cara durante el asalto en un autobús. También dijo que otro chofer fue robado y los funcionarios en lugar de detener a los antisociales, lo apresaron a él.
Ramón Alemán, transportista, denunció que en la vía a El Junquito hay cuatro puntos de control de la GN, de los cuales tres están abandonados.
AA