Hace algunos días, el funcionario había llamado a un número telefónico de la familia y preguntó por el entrenador. El estaba preocupado por esta situación y había comentado que quería hablar con el sujeto para aclararle que no tenía nada con su mujer
Raimond Naxareth Ramos Azuaje (26), fisicoculturista y campeón nacional novato en esa disciplina, fue asesinado de seis disparos en horas del mediodía del miércoles cuando llegaba con su hijo de seis años a la casa de su suegra, en el barrio El Guarataro, parroquia San Juan.
El único sospechoso por el homicidio de Ramos es un escolta que había manifestado celos contra el fisiculturista que entrena a su esposa en el gimnasio El Coliseo, ubicado en la avenida Baralt. Así lo relató la esposa de la víctima, Nelcy Estrada, al ser entrevistada en la morgue de Bello Monte.
El miércoles el fisicoculturista buscó a su hijo en el colegio y lo llevaba a la casa de su suegra. Cuando iba por la escalera La Cruz de La Vega, se encontró con un delincuente con quien intercambió palabras, pero luego el hombre sacó la pistola y le disparó.
Estrada contó que ese día le pidió a su pareja que buscara al niño en el colegio porque ella estaba en una entrevista de trabajo. Los testigos que estaban en la calle dijeron que el asesino y su víctima conversaron, pero de pronto se escucharon los tiros. Fue llevado al Hospital Militar pero murió.
Hace algunos días el escolta había llamado a un número telefónico de la familia y preguntó por el entrenador. El estaba preocupado por esta situación y había comentado que quería hablar con el sujeto para aclararle que no tenía nada con su mujer.
La víctima trabajaba en gimnasio El Coliseo, en la avenida Baralt y por las tardes en otro gimnasio ubicado en el CC Los Campitos. Fue Campeón Nacional Novatos de fisicoculturismo, en El Paraíso, en la categoría de 80 kilogramos y había obtenido el premio al Mejor Posador, en otra competencia en Los Teques, estado Miranda.
Su esposa pidió a las autoridades encargarse del problema delincuencial. “Que atrapen a quien tienen que atrapar. La gente solo está pendiente de la seguridad propia”, agregó.
En un asalto
En otro hecho de sangre murió este miércoles, Gregory Jesús González (29), trabajador de una confitería que camino a su trabajo fue sorprendido por delincuentes, pero cuando se resistió al robo le dieron dos tiros por la espalda.
Eran las 7:20 de la mañana en la calle Los Cujicitos de La Vega. Cuando lo sorprendieron el hombre corrió y por eso le dieron los tiros. «Pedimos seguridad. Lo mataron malamente», dijo su madre Yamilet Prieto.
AA