Pau Gasol agradeció a Kobe Bryant los esfuerzos que hizo por reclutarlo, pero explicó que su carrera necesitaba el giro que le daban los Chicago Bulls
El jugador de Chicago Bulls, Pau Gasol, regresó a la que fue su casa durante seis años y medio pero no pudo vestirse de corto en la victoria ante Los Angeles Clippers (105-89). Asumió la precaución y decidió no forzar la pantorrilla izquierda. Le molestaba, sintió que en la práctica previa al encuentro sus dolores se agravaron. El internacional español no se había perdido ninguna de las 10 citas anteriores de su equipo y se quedó en el dique seco en la primera de sus dos oportunidades de jugar en su antiguo hogar. La siguiente será el 29 de enero frente a Los Angeles Lakers (el día de Navidad se enfrentarán en Chicago).
Será entonces cuando se vea las caras con algunos de sus excompañeros, principalmente con Kobe Bryant, quien realizó esfuerzos para retener a Gasol en la franquicia e incluso le indicó que le hubiera apetecido que ambos se retiraran juntos vistiendo la playera púrpura y oro.
«Agradecí mucho su deseo y las ganas que tenía de que yo siguiera aquí con él. Y que intentáramos retirarnos juntos y mejorar la situación del equipo. Nunca sabremos si lo hubiéramos podido conseguir», argumentó a EFE el campeón de dos anillos con los Lakers. «Emocionalmente estaba en un momento que tenía que cambiar de dirección y ponerme en una situación diferente», destacó.
La gerencia de los Lakers tampoco escatimó en argumentos para intentar convencerle. El jugador reconoció durante la mañana que su exequipo le ofreció un buen contrato e incluso una cláusula en la que se convertía en intransferible durante el periodo que permaneciera en la franquicia. Tan solo Kobe tiene esa opción. «Lo de la cláusula fue un punto a favor y me ofrecieron una situación contractual importante, pero más allá del contrato no era cuestión de dinero en ese momento, era una situación en la que pudiera ganar y que encajara bien y pudiera volver a jugar a mi mejor nivel», apuntó.
Y los está encontrando. En lo que va de campaña Gasol está mostrando una versión mejorada de sus últimos años en los Lakers. Acumula 18.6 puntos por encuentro, su mejor balance en cuatro temporadas; 10.6 rebotes por juego, cifra cercana a la lograda en 2010, cuando ganó su segundo campeonato y 2.5 bloqueos por cita. Intensidad defensiva, solidez en la pintura y las virtudes ofensivas que siempre le acompañaron hacen de Gasol un valor seguro en los Bulls, donde aspira a llegar a lo más alto.
«Supondría una gran satisfacción. Culminar un sueño, un reto el conseguir un anillo no solo el que he conseguido en Los Ángeles sino con una franquicia nueva con un equipo nuevo y con el proceso que pasé siendo agente libre. Sería una culminación brutal y otro sueño conseguido», esgrimió el ala-pívot.
Sin embargo no le fue fácil dejar Los Ángeles, la ciudad que siempre consideró como su hogar. Su regreso al Staples, donde no jugaba un partido desde hace alrededor de siete meses debido a aquellos problemas de vértigo (se perdió 12 de los 13 últimos partidos de la campaña pasada).
«Vi muchas caras familiares y le dije adiós a todos. Ha sido extraño, muchos sentimientos, y cosas que pasaron por mi cabeza y cuerpo. Sabía que esto iba a pasar. Es una pena que la primera vez haya sido contra los Clippers. Estoy deseando que llegue el 29 de enero. Hoy era la noche para volver. Quería jugar este partido pero tengo que ser inteligente, no forzar mucho, tengo una gira muy demandante así que espero estar listo para Sacramento», agregó.
Los Bulls fueron capaces de doblegar a los Clippers sin Gasol ni Derrick Rose, que sufre una lesión en los isquiotibiales. Se están mostrando implacables lejos de su hogar con seis victorias y ninguna derrota gracias a la intensidad de sus jugadores y a un equilibrio en el plantel que va más allá de las individualidades.
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