El hoy occiso estaba escuchando música con su teléfono celular, como de costumbre lo hacía, cuando dos sujetos lo abordaron y sin mediar palabra le propinaron los balazos a quemarropa
Un vendedor de golosinas ambulante fue asesinado a tiros a las 8:30 de la noche del martes frente a su casa, ubicada en la calle Santa Eduviges del sector 1 de la urbanización La Nueva Virginia de Santa Lucía, municipio Paz Castillo, adyacente a una cancha de bolas criollas.
Como Oscar Miguel Mendivil Burgos, 33 años de años de edad, fue identificado el infortunado, quien recibió tres impactos de bala en la cabeza.
Se conoció que el hoy occiso estaba afuera de su vivienda escuchando música con su teléfono celular, como de costumbre lo hacía, cuando dos sujetos lo abordaron y sin mediar palabra le propinaron los balazos a quemarropa.
“Yo estaba acostada y escuché unas detonaciones, pero pensé que era fosforitos, cuando salí encontré a Oscar bañado en sangre, traté de auxiliarlo, pero ya no respiraba”, dijo la esposa de la víctima, quien estaba retirando el cadáver en la morgue de Ocumare.
La fémina desconoce si su cónyuge tenía problemas con alguien y pide justicia por este crimen.
Testigos del hecho indicaron que los implicados con pistolas en mano huyeron a pie y se internaron por una zona boscosa del lugar.
El cuerpo sin vida de Mendivil Burgos, fue levantado por funcionarios del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de los Valles del Tuy, lo trasladaron a la morgue de Ocumare. Los efectivos en el sitio del suceso colectaron seis conchas de bala.
Los expertos detectivescos iniciaron las averiguaciones pertinentes para esclarecer este hecho. Se puso que el hombre se estaba presentando por el delito de robo genérico.
Deja dos hijos huérfanos
Oscar Miguel Mendivil Burgos, era padre de un niño de 10 años y una niña de 8 años, a quienes deja huérfanos. Se ganaba la vida como vendedor ambulante en las unidades de transporte público y desde hace cinco años residía en La Nueva Virginia. Su concubina comentó que el hoy occiso simpatizaba con el cristianismo, anteriormente asistía a la iglesia Luz a las Naciones, ubicada en La Virginia y pensaba volver a congregarse. “Él quería volver a la iglesia y el mismo día que lo mataron se mandó a tatuar el Salmo 91 en la costado izquierdo”, indicó su pareja.
MIP-TUY Agencia/Milagro Castillo
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