Dos ciclistas que daban su paseo matutino del domingo por la mañana oyeron un impactante sonido proveniente de algún lugar debajo de ellos: un bebé llorando. Levantaron la tapa de una alcantarilla de recogida de aguas pluviales junto al carril bici y descubrieron un niño recién nacido, según relató la policía en Blacktown, Australia.
«Nos pusimos enfermos de pensarlo. Sólo queríamos que el bebé supiera … que todo iba a estar bien, que ya había pasado», explicó Hayley Otte a Seven Network, cadena afiliada a CNN.
Cuando los equipos de rescate llegaron a recoger al bebé, estaba en un agujero de más de 2,5 metros de profundidad en este suburbio de Sydney.
Ahora, el recién nacido se encuentra hospitalizado en estado grave y una mujer de 30 años ha sido acusada de intento de asesinato, dijo la Policía de Nueva Gales del Sur en un comunicado. Se le negó la libertad bajo fianza y está previsto que comparezca ante el juez el lunes.
Los investigadores afirman que el bebé, que tiene 7 días de edad, estuvo en la alcantarilla desde su segundo día de vida.
Horas después de su paseo en bicicleta por la mañana, Otte y su padre fueron a visitarle en el hospital, donde le llevaron ropa de bebé.
«Él no tiene familia», dijo a Seven News «, por lo que queríamos tratar de dar todo lo que podamos, para saber que él tiene algo».CNN