El bolívar venezolano ha perdido cerca de un 30 por ciento de su valor en poco menos de un mes en el mercado paralelo, producto de una drástica disminución en la oferta de dólares, un incremento en la liquidez del circulante nacional y a temores de que la crisis económica se agravará el próximo año, dijeron analistas a El Nuevo Herald.
La paridad cambiaría de Venezuela en el mercado paralelo, que para el 21 de octubre se encontraba en 98.09 bolívares por dólar, cerró en los 127.24 bolívares este lunes, tras perder más de tres bolívares durante la sesión.
La velocidad con que la moneda venezolana está perdiendo su valor en el mercado paralelo, el único que está disponible para millones de venezolanos, es una muestra de los graves problemas económicos que afronta el régimen de Nicolás Maduro tras el colapso del modelo “petropopulista” aplicado por el chavismo, situación que ahora está siendo agravada por la caída de los precios del petróleo.
La renta petrolera, administrada en su totalidad por el Estado, genera cerca del 95 por ciento de los dólares que ingresan al país, pero ese volumen ahora es insuficiente para sostener los enormes costos de los subsidios que el chavismo otorga a los sectores populares y a países aliados como Cuba, y los costos de importar alimentos y otros productos que dejaron de producirse en el país tras la sostenida destrucción del aparato productivo, advierten los economistas.
José Guerra, profesor de economía de la Universidad Central de Venezuela, dijo que el comportamiento actual del bolívar en el mercado paralelo se debe a una disminución aún mayor de los pocos dólares que el régimen de Maduro está soltando a la economía, a través de mecanismos como el Sicad.
“No hay oferta de dólares en el Sicad I y en el Sicad II”, señaló Guerra desde Caracas. “Eso hace que los dólares no estén entrando al mercado y está llevando a muchos a ir al mercado paralelo a buscar divisas”.
Ese efecto también se ve acrecentado por la gran influencia que tienen las casa de cambio ubicadas en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, sobre la manera en que es calculado el tipo de cambio paralelo y la gran presencia de ciudadanos colombianos que aún viven en Venezuela, agregó Ibarra.
Pero la mayor presión sobre la moneda podría estar siendo ejercida por el miedo. “Ahí lo que está operando es el temor y las expectativas de la gente de que las cosas van a seguir empeorando, cuando este gobierno no está mostrando tener ningún tipo de interés en adoptar las medidas necesarias para comenzar a revertir la situación”, expresó Ibarra.
Los economistas llevan meses advirtiendo que Venezuela requiere de un radical programa de reestructuración para comenzar a superar los graves problemas económicos que enfrenta y que debe incluir el desmantelamiento del control cambiario, eliminación de subsidios y de una serie de políticas –incluyendo el sistema de control de precios– que han asfixiado con el correr del tiempo la capacidad productiva del país.
Según los expertos, el gobierno necesita comenzar a destrabar los monumentales desequilibrios que están llevando al país hacia una espiral hiperinflacionaria, situación que está siendo agravada por la drástica caída de los precios del petróleo, que en pocos peses han bajado desde los $95 el barril a niveles cercanos a los $70.
Información de El Nuevo Herald