Expresidentes del mundo agrupados en el Club de Madrid, pidieron al Gobierno de Nicolás Maduro a través de una declaración conjunta entregada personalmente a Carlos Vecchio, coordinador nacional político de Voluntad Popular, cumplir con la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y liberar a Leopoldo López y demás presos políticos.
Los expresidentes latinoamericanos Óscar Arias, Fernando Henrique Cardozo, Ricardo Lagos, Alejandro Toledo, Luis Alberto La Calle, Jorge Quiroga, Andrés Pastrana y Osvaldo Hurtado fueron los encargados de promover la declaración que posteriormente fue respaldada y aprobada por la XVIII Asamblea Anual del Club de Madrid celebrada en Florencia, Italia. Entre los asistentes y firmantes del acuerdo destacan George Papandreou, exprimer ministro de Grecia y Presidente en funciones de la Internacional Socialista, y Romano Prodi, exprimer ministro de Italia, entre otros.
Vecchio fue invitado a participar al encuentro de talla mundial donde le fue entregada la declaración conjunta del Club de Madrid de manos de los expresidentes Ricardo Lagos (Chile), Alejandro Toledo (Perú), Andrés Pastrana (Colombia), Luis Alberto La Calle (Uruguay), Felipe Calderón (México), Jorge Quiroga (Bolivia) y Osvaldo Hurtado (Ecuador). En la misma se expresa: “Instamos de manera unísona, contundente y categórica al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a acatar la recomendación del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Nacionales Unidas y liberar inmediatamente a Leopoldo López».
El coordinador político de VP en situación de exilio destacó que «es importante que expresidentes de todo el mundo, y en particular latinoamericanos, hayan emitido esta declaración que pide la liberación de Leopoldo. Esa solicitud de liberación no es sólo a favor de Leopoldo sino de todos los presos políticos y un reconocimiento a todos los que luchamos por recuperar la convivencia democrática en Venezuela para que podamos superar la profunda crisis que vive país y que golpea a los que menos tienen».
Vecchio agregó que esta declaración «envía un mensaje a Latinoamérica y el mundo de la preocupación por el deterioro democrático en Venezuela. Es un mensaje claro al régimen de Nicolás maduro para que pare de violar los derechos humanos. Que los derechos humanos no tienen fronteras y que el mundo observa a los violadores de derechos humanos y rechaza tales practicas».