Hasta gente como el General Douglas MacArthur (1880-1964), artífice del triunfo estadounidense en el Pacifico en contra del Japón, definió la conflagración de la siguiente manera: “La guerra es el medio “inútil” para dirimir controversias; que había que sustituir por recursos de naturaleza espiritual”.
II Guerra Mundial (1939-1945): 32 millones de soldados caídos en combate; 25 millones de civiles muertos en los bombardeos; 25 millones asesinados en los campos de concentración; 22 millones de personas quedaron sin techo; 30 millones de mutilados e inválidos de guerra; 45 millones de evacuados, deportados, internados, arrancados de sus hogares; 30 millones de viviendas pulverizadas; 1 millón de niños sin padres y 50 millones de personas sin trabajo.
La tragedia humana desde que Caín asesinó a su hermano Abel y el tiempo perentorio, mortalidad, como expiación y castigo. El proyecto humano puesto en duda y cuestionado. El hombre Bestia por encima del racional y fraterno. ¿Podremos algún día erradicar el olor a sangre alrededor de una matanza nefasta como inútil? ¿Podremos algún día reorientar todas nuestras energías y talentos en reinventar la naturaleza humana teniendo como norte el bien? ¿O sólo es otra utopía más?
Costa Rica a través de su Parlamento acaba de aprobar una medida heroica de esas que son memorables y que forman parte de una Historia Universal de la nobleza, la bondad y la paz en contraposición a la infamia, el militarismo y el horror: Costa Rica prohíbe por ley participar en cualquier guerra. El gesto va más allá de lo simbólico y se refrenda por el meritorio hecho de que Costa Rica abolió sus Fuerzas Armadas ya hace 65 años.
Si bien la Guerra Fría (1947-1991) expiró ya, no por ello la industria de armamentos ha dejado de ser la más lucrativa de todas a una escala global. La necesidad de armamentos satisface al agresivo instinto humano basado en prácticas irracionales de dominio y conflictividad. El humano egoísta y violento por encima del fraterno y solidario. El Sukhoi inútil por encima de la escuela útil.
Hasta gente como el General Douglas MacArthur (1880-1964), artífice del triunfo estadounidense en el Pacifico en contra del Japón, definió la conflagración de la siguiente manera: “La guerra es el medio “inútil” para dirimir controversias; que había que sustituir por recursos de naturaleza espiritual”.
De acuerdo a Igino Giordani (1894-1980), político italiano y co-fundador del Movimiento de los Focolares, no hay sustituto a la paz. “La paz es la realidad que postula la inteligencia”. “El mandamiento del amor vale también en política. Sobre todo en política, allí donde se desencadenan las pasiones más irracionales y donde es arduo mantener la serenidad; y casi heroico cultivar el amor entre ambiciones, intrigas y miserias”. “Un día nos veremos liberados de la guerra como de la peste o del hambre. Y los rectores de las virtudes militares y del honor ensangrentado nos parecerán figuras siniestras de otras épocas. Pero es tarea del pueblo –carne de cañón para algunos, para nosotros cuerpo social de Dios- abatir esta maldición, las tiranías del odio, la avaricia y la ignorancia”.
Director del Centro de Estudios Historicos de LUZ
Ángel Rafael Lombardi Boscán