Más de dos millones de musulmanes convergían este jueves cerca de La Meca, en el primer día de la peregrinación ritual que se desarrollará bajo estrictas medidas de seguridad.
A pie, en ómnibus o en tren, unos 1,7 millones de peregrinos pernoctarán en un gigantesco campamento instalado en Mina, una llanura árida en las inmediaciones de la ciudad santa saudita.
Hombres, mujeres y niños de 189 países convergieron en Muzdalifa, tras pasar una jornada orando y meditando en el Monte Arafat.
En una prédica, el gran mufti de Arabia Saudita, el jeque Abdel Aziz al Sheij, advirtió contra todo «eslógan nacionalista o extremista» durante la peregrinación. También llamó a los musulmanes a conformarse con la «sharia», la ley islámica, y criticó a los partidarios de un Estado civil.
Pese a ello, un grupo de sirios lució una enorme bandera de la rebelión que desde hace 19 meses busca la caída del régimen presidido por Bashar al Asad.
«Dios, provoca la caída de Bashar», imploró a gritos Ahmad, un peregrino sirio que ignoró las advertencias de su madre que le dijo que las tropas del régimen iban a matar a la familia en Siria.
«He venido a rezar por el fin de Bashar y el cese de la matanza de niños», dijo Mosleh Ramdan, un sirio refugiado en Jordania.
Los peregrinos esperaban el comienzo el viernes de la fiesta del Aid al Adha, que conmemora el sacrificio de Abraham.
Luego volverán hacia Mina, donde cumplirán el rito de la lapidación de las estelas que representan a Satán.
La peregrinación a La Meca o «hadj» es uno de los cinco pilares del islam que todo fiel musulmán debe cumplir una vez en su vida si tiene medios para hacerlo.
Sudando bajo un calor agobiante, Laila Suhartu, una indonesia de 55 años, acelera el paso para llegar a Mina para asistir a la plegaria. «La circulación es densa y difícil, pero mi alegría es grande», afirmó.
La cantidad de peregrinos llegados del extranjero disminuyó en 4% con respecto al año pasado, según las autoridades, que no precisaron las razones de este descenso. El reino autoriza a cada país musulmán la llegada de un peregrino por cada mil habitantes.
— Dispositivos de seguridad y salud —
Más de 17.000 policías fueron movilizados para garantizar la seguridad de los peregrinos y dirigirlos hacia las tiendas de campaña atribuidas según el país de origen, anunciaron las autoridades.
A su vez, un centenar de equipos de la defensa civil y unos 20.000 integrantes de los equipos médicos están disponibles para responder a cualquier eventualidad.
Por el momento no se han registrado incidentes importantes en los lugares santos donde desde hace varios días llegan oleadas de fieles.
En 1987, una manifestación de peregrinos iraníes a La Meca, bautizada como «la aversión de los ateos» contra Estados Unidos e Israel provocó violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que dejaron 402 muertos, 275 de ellos iraníes.
Desde entonces, los peregrinos iraníes comenzaron a manifestarse discretamente en sus campamentos durante el hadj para evitar cualquier contacto con las fuerzas del orden sauditas.
Por su lado, el ministro saudita de Salud, Abdallah al Rabia, destacó la «ausencia de cualquier epidemia», en referencia a un nuevo misterioso virus perteneciente a la familia de los coronavirus que mató recientemente a una persona en Arabia Saudita.
Lynne Nahhas / AFP