Todo el entramado económico de Venezuela está marchando en una dirección equivocada. Somos muchos quienes llevamos años señalándolo, pero no se nos ha escuchado. Aquí no se trata de izquierdas ni de derechas, se trata de hacerlo mal o bien
No hay manera de obviar el escenario sumamente complejo que estamos atravesando los venezolanos en el momento actual. La sostenida baja de los precios del petróleo limita el ingreso de dólares al país, mientras las instancias encargadas lucen insuficientes para liquidar las divisas a las tasas oficial y Sicad I.
Una de las trampas que pone en le camino el hecho de ser un país petrolero, es la tentación de adquirir todo afuera y producir muy poco en casa. Hay dinero para comprar lo que se desee al precio que sea, sobre todo cuando el tipo de cambio es favorable a la importación más que a la producción, lo cual ha sido el caso venezolano.
Y lamentablemente no es la primera vez que cometemos este error como país. Quienes acusan a los venezolanos de tener memoria corta, no dejan de tener razón. Esto tiene que ver mucho con aquel famoso editorial de Arturo Uslar Pietri que se titulaba “Sembrar el petróleo” y que hemos citado en más de una oportunidad en esta tribuna, justamente por no haber sido escuchado, ni en su momento ni a posteriori.
Otro gallo cantaría si el abundante ingreso petrolero se hubiera “sembrado”, es decir, si se hubiera invertido en robustecer la producción nacional, en generar la infraestructura y el talento para producir aquí lo que necesitamos.
Pero el facilismo y el inmediatismo –el de antes y el de ahora- nos ha hecho cometer una y otra vez el mismo error como país. Insólitamente, nuestros ciclos de altos ingresos debilitan la producción nacional, y las épocas de vacas flacas –como la que inexorablemente parece venir- nos toman sin dinero para comprar afuera y sin infraestructura para producir aquí.
Pareciera que este razonamiento en el momento actual es llorar sobre la leche derramada; pero no es así. Quien observe su entorno con agudeza, podrá encontrar siempre venezolanos creativos y trabajadores que le han apostado a la creatividad en escenarios adversos y que continúan siendo productivos aunque tengan que agarrarse de un clavo caliente para poder seguir adelante.
El proverbial ingenio del venezolanos se ha puesto a prueba en estos días, cuando quienes aún le apuestan a la producción nacional tienen que ingeniárselas para conseguir materia prima, conseguir permisología, lidiar con entornos jurídicos que no la ponen fácil y finalmente convivir con un sistema cambiario complejo, que ofrece una moneda preferencial a la cual no siempre se puede tener acceso aunque se cumplan todos los requisitos.
Si eso no es contar con gente trabajadora, valiente y verdaderamente heroica, entonces no sabemos qué es. El recurso humano, que es lo más importante, está aquí, y está dispuesto a salir adelante por encima de las dificultades.
Falta, eso sí, que quienes hoy administran al país dejen de poner el foco en el problema y comiencen a apuntalar las soluciones.
Todo el entramado económico de Venezuela está marchando en una dirección equivocada. Somos muchos quienes llevamos años señalándolo, pero no se nos ha escuchado. Aquí no se trata de izquierdas ni de derechas, se trata de hacerlo mal o bien. Y todos los venezolanos estamos interesados en que se haga bien. No se le apuesta al fracaso del gobierno; pero sí es necesario reiterar el llamado a pensar en soluciones alternativas. Una de ellas es la producción nacional. Los emprendedores los tenemos. Nada más falta apoyarlos.
Petrobras
El escándalo de corrupción de la petrolera estatal brasileña crece y crece. Un 68 % de los brasileños considera que la presidenta Dilma Rousseff tiene alguna responsabilidad en el asunto que sacude a la mayor empresa del país vecino.
El 43 % de las 2.896 personas entrevistadas por la firma Datafolha, se pronunciaron por señalar a la jefe de Estado como responsable. El haber sido salpicada por el caso estuvo a punto de costarle la reelección, ya que hay que recordar que la mandataria fue ministra de Minas y de la Presidencia en los gobiernos de su correligionario Luis Inacio “Lula” Da Silva.
Y esta segunda década del siglo XXI ha vuelto cada vez más críticos a los ciudadanos con las gestiones gubernamentales. Se estrecha el margen de maniobra para la presidenta reelecta. Ganó, pero no hay cheque en blanco.
Deporte y tecnología
Los avances avasallantes en tecnología están invadiendo para bien la actividad deportiva, en tanto y en cuanto sirven para medir el desempeño de los atletas y sus valores corporales, en función de obtener el máximo desempeño.
Arnaud Saurois, maestro de conferencias asociado a la francesa Universidad de Poitiers, asegura que además del apoyo a los deportistas ocasionales, para lo que puede ser casi un juguete, los aparatos electrónicos aportan hoy en día, gracias al incremento de su precisión, un verdadero valor añadido a los deportistas de élite. Los sensores que registran las actuaciones sirven para todo: en los remos, entre los omóplatos de los judocas, en el tobillo de los patinadores, entre otras formas. La tecnología nos llevará a mejores cotas de desempeño deportivo.
Cultura para el cambio
Con más educación de calidad, más cultura y más innovación será posible tocar la vida de todos los ciudadanos iberoamericanos, apuntó la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, en el marco de la clausura del Encuentro Iberoamericano de Juventudes, en Veracruz, México.
«Hay muchos jóvenes que no ven un futuro tan brillante», insistió la vocera, quien exhortó a los Gobiernos y la toda la sociedad a aprovechar esta oportunidad porque, según ella «las cosas no van a suceder sin la voluntad y el compromiso de todos». Por ello, consideró clave apostar por una educación de calidad, por dar visibilidad al aporte de la cultura a la sociedad y por reconocer el protagonismo de los jóvenes y abrir espacios de participación.
David Uzcátegui