La vitamina K cumple una función básica a la hora de coagular la sangre. Evita hemorragias y y resuleve las hinchazones, en especial las que conocemos como hematomas. Es precisamente estas inflamaciones lo que evita el que podamos cicatrizar bien las heridas.
La vitamina K es muy utilizada a nivel médico y estético por sus grandes cualidades para curar. Consigue por ejemplo eliminar esas varices pequeñas tipo arañitas que nos aparecen en las piernas, resuelve los moretones, las estrías y las quemaduras. También se comercializa para uso tópico para resolver la rosácea, así como el acné.
Clínicamente la vitamina K se utiliza también después de las cirugías con el fin de acelerar la cicatrización de la piel y propiciar la salud de las personas.
Alimentos con vitamina K: verduras de hoja verde como la col, el berro, las espinacas, los nabos, las hojas de mostaza, las hojas de remolacha (betabel), las acelga, el grelo, la achicoria y finalmente la lechuga, las coles de bruselas, el brócoli…También los cebollinos, el chile en polvo, el curry, las ciruelas pasas, y muchas hierbas medicinales como el perejil fresco, el cilantro, el orégano, y la albahaca fresca.
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