Golpeó a su mujer, la estranguló y arrastró su cadáver hasta la puerta de la vivienda que compartían desde hace un año, en el municipio Mara.
La inescrupulosa acción fue perpetrada contra Miladys González, de 40 años, quien dejó a 10 hijos en la orfandad. Su marido, identificado por la familia de la víctima como Grinolfo Palmar, sería el presunto autor del crimen, luego de sostener una violenta discusión, el sábado en la noche, en su vivienda, ubicada en el sector Atuja, parroquia Tamare, de Mara.
El año de convivencia que mantuvo la pareja, en la casa de Palmar, fue de agresiones físicas y verbales, según contó Mariela Morillo, cuñada de la infortunada.
“Peleaban mucho. Era rara la vez que estaban tranquilos. Él la maltrató constantemente”, sostuvo.
El pasado sábado en la noche, González y Palmar se fueron a los golpes nuevamente. Esta vez el tenso momento terminó en el femicidio.
“Luego de la fuerte discusión se calmaron, al parecer, ya habían arreglado sus diferencias y él compró unas cervezas y comenzaron a compartir tragos”, contó la pariente de González.
La pareja estaba sola en la casa. “Escuchaban música, aparentemente tranquilos. Sorpresa para nosotros cuando un vecino nos avisó, a las 11:00 pm, que Miladys estaba tirada en la puerta de la vivienda en ropa interior”, expresó Morillo. Palmar, luego de golpear y estrangular a su mujer, “le colocó un mecate en el cuello y la arrastró hacia la puerta de la casa para simular un suicidio”, dijo.
“Quiso hacer creer que mi cuñada se había ahorcado, pero es evidente que él la mató”, reiteró la familiar. La mujer, madre de 10 hijos y ama de casa, quedó tendida en el piso. Estaba descalza y con signos de tortura. Una de las hijas de González no paraba de llorar en la morgue. “Mi mamá no merecía esto. Ella era muy buena con él y con nosotros”, fue la frase que se filtró de sus labios.
Fuentes policiales indicaron que Palmar, luego del crimen escapó, por lo que es buscado por las autoridades. Presumen que huyó a Colombia.
La familiar relató que González había decidido convivir con Palmar, luego de seis meses de noviazgo. “Sus hijos ya están grandes y los veía su abuela materna. Fue una verdadera desgracia. Ese hombre actuó sin escrúpulos, ni compasión”, sentenció Morillo.
Los restos de la mujer fueron levantados por una comisión del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. El cuerpo fue llevado a la morgue de LUZ para ser sometido a la necropsia de ley y confirmar las causas de la muerte.
Panorama.