En Argentina se dio un fallo histórico y sin precedentes en el mundo que favorece los derechos de una orangután en cautiverio, a la que se le concedió un recurso jurídico para que pueda ser trasladada a un hábitat acorde a su desarrollo.
La orangután Sandra fue beneficiada con hábeas corpus, un recurso para evitar arrestos arbitrarios. Una vez que se emita la orden de liberación y traslado, la orangután sería llevada a un santuario en Brasil, donde vivirá bajo un régimen de semilibertad o libertad controlada.
Sandra, que vive en cautiverio hace veinte años en el zoológico de Buenos Aires, fue considerada un sujeto no humano y se le concedieron derechos básicos, como la vida, la libertad, y el no ser maltratada ni física ni psicológicamente.
La Cámara de Casación Penal de Argentina estableció que la primate es un sujeto de derecho, “una persona no humana que tiene determinados derechos, y que los puede hacer valer en un proceso judicial”, explicó Andrés Gil Domínguez, abogado de Sandra.
“Es un fallo inédito, el primer fallo a nivel mundial”, dijo el abogado.
Hasta ahora, la justicia argentina interpretaba a los animales como cosas.
Las autoridades del zoológico de Buenos Aires no se pronunciaron al respecto, pero tendrán hasta dos semanas para apelar el fallo.
Aunque se trata de un caso que sienta un precedente a nivel mundial, especialistas en la material consignaron que este tipo de fallo solo es aplicable a casos como el de Sandra y los grandes primates, que tienen el 96 % de identidad genética con los seres humanos.
La ciencia considera que chimpancés, gorilas y orangutanes tienen entendimiento y sentimientos que pueden cotejarse con los del hombre.
«Se ha demostrado que Sandra y los primates en cautiverio no solamente han perdido su libertad, han perdido la capacidad de vivir en un hábitat natural, sino también se ha demostrado que tienen daños, que sufren por el encierro, y es un daño profundo y grave», dijo Gil.
Algunos militantes de las causas animales interpretan que este fallo abre un nuevo panorama para las especies en cautiverio.
Para Pía Pacheco, de la ONG Proyecto Gran Simio Argentina, este caso es “un reflejo de ciertos cambios que se están dando en nuestro país, en lo que tiene que ver con la consideración que hay hacia los animales, con cual es el futuro que pueden tener».CNN