A santamarías cerradas recibieron los licoreros al Niño Jesús, dando cumplimiento a la denominada ley seca decretada por la ministra de Interior y Justicia Carmen Meléndez, las licorerías han permanecido cerradas desde el 19 y se espera que hasta el 27 de diciembre, pues según el decreto a partir de mañana los licoreros podrán reabrir sus santamarías para ofrecer el servicio en los horarios convenidos hasta el próximo 2 de enero de 2015, cuando entrará en vigencia nuevamente la restricción de venta de licores hasta el 10 del mencionado mes.
En referencia a la denominada ley seca los tequeños manifestaron opiniones encontradas, pues como según los mismos entrevistados afirmaron, todo depende del punto de vista con que se vea ya que es una medida que si bien puede reducir los accidentes viales y hasta riñas callejeras, a la vez atenta contra la economía de los licoreros y da pie a las ventas clandestinas y con ellas a la especulación en los precios de las diferentes presentaciones de bebidas alcohólicas.
Oscar Díaz enfatizó “las licorerías sí cumplieron con la medida, todas permanecieron cerradas; a mi casa nunca llega la ley seca, nos preparamos con anterioridad y ya habíamos comprado las bebidas para amenizar la noche y si no hubiese sido así se hacen algunas bebidas alcohólicas caseras tradicionales. Por una parte es muy buena la medida en estas fechas ya que se evitan muchos inconvenientes y malos acontecimientos, pues mucha veces nos excedemos y los accidentes pasan cuando vamos a comprar la quinta botella; lo que no se puede negar es que siempre hay ventas clandestinas por ahí y por la fecha a las personas no les importa pagarlas más caras”.
En el mismo sentido, Alberto Yépez, quien aplaudió la receptividad de todos los licoreros a dicho decreto, se mostró muy de acuerdo con la medida expresando que se debería aplicar seguidamente, pues a su juicio se pueden evitar muchos accidentes; no obstante aseguró que la ley seca no se cumple a totalidad, pues las personas se acomodan antes o las adquieren de alguna manera. “Las botellas y las frías acompañaron a muchos a recibir al Niño Jesús, con la diferencia de que no se vio el desbarajuste en las calles con cajas de cervezas y botellas”.
KC/ gf