El jefe de la policía nacional, Raúl Zalazar, dijo tras los enfrentamientos que fue necesario movilizar «cinco mil policías al lugar» para garantizar la seguridad
LIMA. Unos 5.000 policías intentaban este viernes mantener bajo control al principal centro abastecedor de Perú, donde violentos enfrentamientos se produjeron el jueves en rechazo a medidas contra el comercio informal que dejaron dos muertos y más de 100 heridos.
«Aquí va haber orden, va a haber imperio de la ley y un mercado mayorista como el que Lima se merece…no un espacio de delincuencia, desorden e inseguridad», advirtió la alcaldesa de Lima, la socialista Susana Villarán en diálogo con la televisión local.
El jefe de la policía nacional, Raúl Zalazar, dijo tras los enfrentamientos que fue necesario movilizar «cinco mil policías al lugar» para garantizar la seguridad.
Una persona de 32 años murió el jueves al recibir un balazo en el abdomen durante los incidentes, en tanto que un joven de 20 años falleció en la medianoche por paro cardíaco tras sufrir un traumatismo cerebral, informaron autoridades del ministerio de Salud este viernes.
Entre los heridos se contaban 68 agentes policiales, de los cuales cinco permanecían hospitalizados, según el ministerio del Interior.
Uno de los policías heridos cayó de su caballo tras ser emboscado por una turba, tras lo cual fue golpeado brutalmente con palos y piedras, según imágenes de la televisión local.
El presidente Ollanta Humala, calificó de «salvajes» a los participantes en estos hechos.
«Se aprovechan de un policía herido, semidesmayado y quieren rematarlo… son salvajes y desadaptados, son conductas que nos avergüenzan y nos hacen meditar mucho sobre la condición humana», declaró Humala a los periodistas.
La violencia incluyó el saqueo a un gran centro comercial cercano al lugar, donde este viernes los comerciantes atendían con puertas entreabiertas por temor a la irrupción de nuevas turbas.
Medios audiovisuales denunciaron que fueron agredidos y que algunas de sus cámaras fueron robadas por delincuentes que recorrían la zona.
La inédita violencia se generó por la fuerte oposición de comerciantes del mercado La Parada, el mayor centro de abastos de Perú, a su traslado gradual a una nueva sede construida por el municipio limeño en mejores condiciones sanitarias.
La alcaldesa de Lima advirtió que no cederá en sus planes de trasladar el mercado y que no cejará en su lucha contra las mafias que manejan el comercio irregular y que se oponen a modernizar la ciudad.
«(Estoy) muy conmovida, pero a la vez muy firme con la decisión tomada. Continuaremos cerrando los accesos a los camiones que llevan mercadería a La Parada», anotó Villarán en su cuenta de la red social Twitter.
Los enfrentamientos estallaron cuando la policía intentaba colocar bloques de concreto para impedir el ingreso de camiones abastecedores, como parte del proceso de traslado a la nueva sede.
El cruento episodio ocurrió poco después que las autoridades electorales de Perú dieran luz verde a un proceso de revocatoria contra la alcaldesa presentado por un grupo de opositores que buscan con apoyo de organizaciones conservadoras tumbar a Villarán alegando que es incompetente.
AFP