El país le ha quedado grande a los que en la actualidad ocupan los cargos de poder ya que no pueden ni siquiera solucionar los problemas menores
Ha pasado más de una semana y de verdad no logro entender lo dicho en la pasada alocución por el presidente Nicolás Maduro, realizada en cadena de radio y televisión, y de verdad creo que es mejor escuchar a Cantinflas, que igual no se le entiende nada pero al menos no me dan ganas de llorar por los anuncios que realiza.
Yo creo que el país le ha quedado grande a los que en la actualidad ocupan los cargos de poder ya que no pueden ni siquiera solucionar los problemas menores, es vergonzoso comenzar el año buscando en los automercado los productos de la dieta básica y si por casualidad los encuentran no tiene la oportunidad de escoger la marca de tu preferencia y además no puede comprar más de dos por personas y en muchos caso tener que pelar con los otros compradores para poder adquirirlo, hemos visto insultos, peleas y hasta robo de los carritos de mercados mientras que quien lo consiguió están escogiendo otras mercancías.
Recibimos denuncias de que los anaqueles del Bicentenario de La Plaza Venezuela se encontraban vacíos y los lugares donde se encuentran las carnes y los pollos también, al principio nos pareció imposible que eso estuviera ocurriendo en el abasto bandera de la revolución del siglo XXI, sin embargo debido a la insistencia de nuestros denunciantes fuimos con ellos y contactamos la real y cruda realidad de que estaban vacíos y si preguntaban el porqué de tal novedad te contentaban en un tono grosero y muy provocador, un hecho que en algún momento podría traer una desgracia ya que un padre sin comida para sus hijos es capaz de cualquier cosa.
En nuestra visita al abasto Bicentenario de la Plaza Venezuela pudimos observar colas inmensas y realmente constatamos que las familias viene en cambote para poder comprar los productos necesarios para su quincena, algo que si lo llevamos a alocución que escuchábamos el otro día no se compagina con la realidad que nos dicen, lo peor es que el actual régimen no tiene la capacidad de poder proveer de los alimentos necesarios para los venezolanos que no nos imaginamos que podrá pasar cuando se acabe la existencia. No hay papel sanitario, no hay pañales, no hay jabón, ni de tocador, ni para lavar la ropa, no hay leche, no hay azúcar, no hay carne, no hay pollo, no hay cubitos de gallina, no hay ni siquiera los productos para eliminar las plagas, principalmente los mosquitos, etc.etc.etc.
Ahora bien lo que si hay es desmesurarlo aumento en las poquitas cosas que se consiguen, ahora bien para qué sirven las alocuciones. ¿Para engañarnos? Entonces es mejor callar, que vale más el silencio noble que la mentira alevosa, yo recomendaría a los que hoy ejercen el poder escuchar el discurso de Cantinflas que pronuncia en la película “Su Excelencia” en donde Lopitos (Cantinflas) es un simple burócrata de la imaginaria República de Los Cocos. Dicha nación se ve envuelta en una serie de cambios en el poder donde el mismo Lopitos termina siendo nombrado como embajador plenipotenciario. El nuevo dignatario enfrentará el conflicto entre los dos grandes bloques del poder: los «verdes» y «colorados» quienes, encabezados por Dolaronia (haciendo alusión a EE. UU.) y Pepeslavia (apuntando a la URSS), necesitan el voto del nuevo emisario en una asamblea internacional para dominar al mundo.
El momento más impresionante de la película es cuando Lopitos tiene la posibilidad de dar un discurso oficial ante los «representantes del mundo», ya que aprovechará de hacer una crítica a los modelos económicos socialista y capitalista imperantes en los tiempos de la guerra fría, y a los comportamientos de las superpotencias Unión Soviética y Estados Unidos.
Salomón Benshimol R.