Si el presidente y su gabinete asumieran su responsabilidad, ninguno de ellos debería continuar en los cargos que ejercen hoy en día
Omar Ávila
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@omaravila2010
En varias oportunidades he escuchado al Primer Mandatario Nacional decir que “Asume su responsabilidad”, la mayoría de las veces por promesas incumplidas o en su defecto por resultado o acciones que son competencia única y exclusivamente del gobierno.
Ahora, si bien Nicolás Maduro y su gabinete asumieran como tal su responsabilidad, tengo la plena y absoluta convicción -al igual que la mayoría de los venezolanos- que ninguno debería de continuar en los cargos que ejercen hoy en día; porque un gobierno que no garantiza los derechos fundamentales como lo son la salud, la educación y el derecho a la vida no merece estar al frente del mismo.
A propósito de asumir su responsabilidad, es bueno recordar el ejemplo de Elías Jaua por el caso -el cual no hemos recibido respuesta a nuestra solicitud de averiguación administrativa por parte de la Contraloría General de la República- del ya conocido viaje a Brasil del ministro, su niñera, suegra y demás familiares.
Este ejemplo quiero compararlo con el caso de Antonio Tejero, a quien condenaron en España a 30 años luego de asumir su responsabilidad por el golpe de estado fallido, donde secuestró a los diputados desde la tarde del 23 de enero de 1.981, hasta las 10am del día siguiente, cuando finalmente se entregó a las autoridades competentes luego de fracasar en su intento de golpe.
El gobierno sigue silente ante la crisis económica, sin embargo los anaqueles de los abastos, proveedurías, supermercados y afines hablan por sí sólo. Por otro lado lo del “canje de rehenes” propuesto por Maduro lo deja al descubierto y demuestra que es una farsa lo del fulano proceso que se le siguen al dirigente político, Leopoldo López.
Por todo lo antes expuesto y más, es que cada día la popularidad de Nicolás desciende a pasos agigantados ubicándose en 22%, según sondeos de opinión serios y una evaluación negativa del régimen que alcanza la cifra del 86% y que se ratifica día a día en el descontento del pueblo en la calle.
Merece la pena recordar, que durante 16 años despilfarraron un billón y medio de dólares y ahora andan como mendigos, no sólo pidiendo dinero, sino hipotecando nuestro futuro.
Lo cierto es que sigue el gobierno ganando puntos hacia su derrumbe definitivo, con nuevos jóvenes presos, Maduro hipotecando al país y Leopoldo López visto como una moneda de cambio del régimen.
Para finalizar quiero insistir que la única forma para salir de este modelo, es cambiando al gobierno, por ello quiero ratificar mi compromiso y el de Unidad Visión Venezuela de seguir adelante trabajando y aportando nuestro granito de arena para salir de esta fosa en la cual nos metió este régimen. La única vía que conocemos y sabemos transitar los demócratas, es por la vía del voto, sin inventos, ni dibujos libres, ni mucho menos ensayos e improvisaciones. El país no aguanta más irresponsabilidad, más aventuras, es por ello que no me queda más que decirle a Maduro: ¡renuncia!
